La negociación textil España-CEE, dentro de una semana
«El próximo día 11 de noviembre nos reuniremos con los comunitarios para analizar el problema textil», declaró un miembro de la misión de España acreditada ante las Comunidades Europeas. Recordó que la postura de Madrid es «sentarse para escuchar», pero no aceptar posibles reducciones de las exportaciones textiles hispanas hacia la CEE.
Posición contraria fue expuesta a EL PAIS por Tran Van Thin, responsable de la comisión para asuntos textiles, que dijo: «En caso de que no haya acuerdo con España, podríamos recurrir a la cláusula de salvaguardia, prevista en el actual acuerdo comercial...
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«El próximo día 11 de noviembre nos reuniremos con los comunitarios para analizar el problema textil», declaró un miembro de la misión de España acreditada ante las Comunidades Europeas. Recordó que la postura de Madrid es «sentarse para escuchar», pero no aceptar posibles reducciones de las exportaciones textiles hispanas hacia la CEE.
Posición contraria fue expuesta a EL PAIS por Tran Van Thin, responsable de la comisión para asuntos textiles, que dijo: «En caso de que no haya acuerdo con España, podríamos recurrir a la cláusula de salvaguardia, prevista en el actual acuerdo comercial.»La posición de la Comisión Europea en las negociaciones textiles con 33 países exportadores al Mercado Común se está endureciendo, ante las dificultades para llegar a acuerdos de «autolimitación» con los grandes países exportadores de textiles hacia Europa.
Taiwan, Hong-Kong, India y Brasil figuran en, la lista negra de los comunitarios, que quieren reducir la entrada de textiles a toda costa.
En 1976, los nueve de la CEE importaron un millón de toneladas de productos textiles. El objetivo de las actuales negociaciones será reducir la cantidad a 900.000 toneladas para el próximo año.
El planteamiento de la CEE es puramente comercial. Se esgrimen cifras para justificar una corriente proteccionista, pero no se va al fondo del problema como sería un análisis de los capitales europeos invertidos en la industria textil del Tercer Mundo, de la que aprovechan los bajos salarios, la ausencia de reivindicaciones sociales y la corriente de reexportación de productos textiles manufacturados hacia la CEE.