Cartas al director

Plazas por adjuntía

Una carta más, una carta más para mostrar el caos -caos reformado, eso si- que reina en nuestra Sanidad, órgano incomprensible no sólo para sus beneficiarios sino incluso para sus empleados.Todo es conocido, todos hemos oído de la magnífica reforma del sistema de contratación que actualmente rige en Sanidad. Todos sabemos -y a algunos nos ha tocado padecerlo- cómo por orden y gracia de decreto y sin consultar a nadie el 28 de julio desaparecen las interinidades y aparecen los contratos, desaparecen las oposiciones restringidas y no aparecen nuevas fórmulas para un trabajo estable. Además, un d...

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Una carta más, una carta más para mostrar el caos -caos reformado, eso si- que reina en nuestra Sanidad, órgano incomprensible no sólo para sus beneficiarios sino incluso para sus empleados.Todo es conocido, todos hemos oído de la magnífica reforma del sistema de contratación que actualmente rige en Sanidad. Todos sabemos -y a algunos nos ha tocado padecerlo- cómo por orden y gracia de decreto y sin consultar a nadie el 28 de julio desaparecen las interinidades y aparecen los contratos, desaparecen las oposiciones restringidas y no aparecen nuevas fórmulas para un trabajo estable. Además, un decreto que no tiene carácter retroactivo se nos aplica a trabajadores que estábamos en el cargo hasta dos meses antes de él. Entendámonos, no se aplica con carácter retroactivo estricto sino que -como siempre- surgen dos opciones: una, abandonas el cargo, pues en caso contrario no se concede tu número de registro personal -o sea no te pagan-, o bien firmas el contrato bajo promesas de cobrar todos tus atrasos. Del contrato ya se ha escrito demasiado, de su cláusula tercera, de la imposibilidad de añadir ninguna otra accesoria que asegure unos derechos mínimos al contratado. Curiosamente sería interesante saber si éste contrato sería legal para la empresa privada (trabajo eventual durante un año y posibilidad de desempleo posterior).

Todo esto lo sabemos y a pesas de todo y presionados por el desempleo incluso estaríarilos dispuestos a firmarlo, y así nos enteramos de que no hay, pueblos en toda España que necesiten médico: hacía unos días había cientos, ahora ninguno, «pero siquiere dejar su nombre le ponemos en lista para cuando haya alguna vacante». Y cuando haces el intento en varias provincias te mosqueas de la coincidencia. Y cuando ves que Pezuela de las Torres (Madrid), con más de mil habitantes, vacante recienternente, sigue sin médico, cubriéndose su plaza por adjuntía, como otros cientos de pueblos, dejas de entender nada de nada.

«Es que el dinero con el que se contrata proviene de un crédito y aún no ha llegado», «es que si contratamos no vamos a poder pagar la titular y, en ese caso es preferible darlas en adjuntía que contratar a oente nucva, que luego si no se le paga van a levantar la voz», «es que así es más barato porque nos ahorramos la SS, al no contratar a nadie más»... y razones de este tipo son todas las respuestas que justifican esta pésima gestión que padecemos y que hace inaprovechables a una serie de profesionales en cuya formación tanto dinero se ha invertido.

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