La CEE no reconoce a la Organización para la Liberación de Palestina

Después de tres jornadas de trabajo, acompañadas de una sesión maratoniana en la noche del viernes al sábado, europeos y árabes se separaron en el palacio D'Egmont, en Bruselas, sin un acuerdo de base sobre el futuro del denominado diálogo euroárabe, que reúne a los países del Mercado Común y los Estados de la Liga Arabe.Los nueve no aceptaron las reivindicaciones árabes de reconocer a la Organización para la Liberación de Palestina como único representante de los intereses del pueblo palestino. Se limitaron a repetir su tesis, expresada hace unas semanas ante la Asamblea General...

Después de tres jornadas de trabajo, acompañadas de una sesión maratoniana en la noche del viernes al sábado, europeos y árabes se separaron en el palacio D'Egmont, en Bruselas, sin un acuerdo de base sobre el futuro del denominado diálogo euroárabe, que reúne a los países del Mercado Común y los Estados de la Liga Arabe.Los nueve no aceptaron las reivindicaciones árabes de reconocer a la Organización para la Liberación de Palestina como único representante de los intereses del pueblo palestino. Se limitaron a repetir su tesis, expresada hace unas semanas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, de reconocer la necesidad de una solución que tenga en cuenta to dos los intereses de las partes afectadas por el conflicto árabe-Israelí, incluído un acuerdo territorial para el pueblo palesti no.

Los delegados de los veintiún Estados más los de la OLP miembros de la Liga Arabe se mostraban descontentos al finalizar esta tercera sesión de la «comisión general» del diálogo euroárabe. Reprochaban a los comunitarios su sumisión a la tesis de Israel.

A falta de un buen clima político, lo económico y lo comercial, que son los únicos sectores que los europeos quieren incluir en la discusión, dio pocos resultados.Se descartó la idea de acuerdos comerciales preferentes entre la CEE y el conjunto de Estados árabes, a pesar de que algunos -como los del Magreb- cuentan con acuerdos de tal índole que las vinculan comercialmente al Mercado Común. Una serie de proyectos de cooperación técnica, cultural, agrícola e industrial fueron aprobados como prueba de que, a pesar de las dificultades políticas, nadie quiere romper el diálogo euroárabe. Un diálogo del que no cabe esperar resultados espectaculares, si en el futuro no se resuelve la crísis árabe-israelí.