Prensa

Problemas de venta de revistas en Madrid

Desde hace tres días, sólo un escaso número de quioscos de Madrid -cuarenta de los 563 puntos de venta de prensa- efectúan la venta normal de revistas, ya que la mayoría de ellos se han negado a acudir a los centros donde se editan las publicaciones, dado que estiman que la distribución debe hacerse hasta los mismos puntos de venta.La decisión de los vendedores, adoptada en asamblea de la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa, ha sido tomada «debido a la enorme profusión que han alcanzado las revistas, por lo que el ir a recogerlas a los centros editoriales supone un elevado aumento...

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Desde hace tres días, sólo un escaso número de quioscos de Madrid -cuarenta de los 563 puntos de venta de prensa- efectúan la venta normal de revistas, ya que la mayoría de ellos se han negado a acudir a los centros donde se editan las publicaciones, dado que estiman que la distribución debe hacerse hasta los mismos puntos de venta.La decisión de los vendedores, adoptada en asamblea de la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa, ha sido tomada «debido a la enorme profusión que han alcanzado las revistas, por lo que el ir a recogerlas a los centros editoriales supone un elevado aumento de los costos en los vendedores y un retraso en la apertura de los quioscos».

Los vendedores señalan que ellos siguen a disposición de los editores y distribuidores que deseen mandarles a los quioscos sus publicaciones para su venta.

Ante esta postura de los vendedores, los editores de revistas han hecho público un comunicado en el que afirman que la decisión de .aquéllos de no acudir a los distintos sectores de distribución a retirar las publicaciones ha sido tomada unilateralmente por un grupo de vendedores de prensa integrados en la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid.

Los editores han manifestado también que esta resolución es totalmente contraria a la normativa actualmente en vigor, y que la pretensión de los vendedores del envío directo a cada quiosco es técnica y económicamente inviable.

Los editores piden finalmente disculpas a los lectores por las molestias que este conflicto pueda ocasionarles, y hacen un llamamiento al grupo de vendedores «a fin de que reconsideren una decisión que a todos perjudica.».

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