Tarradellas quiere potenciar su imagen

El president de la Generalitat de Catalunya no piensa nombrar de inmediato un Gobierno catalán -«Consell»-, sino que, por el contrario, desea agotar al máximo la posibilidad de dirigir por sí mismo la política catalana. Pretendería, incluso, ejercer sus funciones mediante decreto.

Su deseo de no nombrar un Gobierno se basaría en que éste tendría que reflejar en mayor o menor grado el resultado de las elecciones del pasado 15 de Junio, lo cual equivaldría a afirmar que la mayoría de sus miembros estarían a la izquierda de Tarradellas.Esta actitud, revelada por EL PAIS hace ya algunas sem...

El president de la Generalitat de Catalunya no piensa nombrar de inmediato un Gobierno catalán -«Consell»-, sino que, por el contrario, desea agotar al máximo la posibilidad de dirigir por sí mismo la política catalana. Pretendería, incluso, ejercer sus funciones mediante decreto.

Su deseo de no nombrar un Gobierno se basaría en que éste tendría que reflejar en mayor o menor grado el resultado de las elecciones del pasado 15 de Junio, lo cual equivaldría a afirmar que la mayoría de sus miembros estarían a la izquierda de Tarradellas.Esta actitud, revelada por EL PAIS hace ya algunas semanas, es ya conocida de los medios políticos catalanes, los cuales, en su mayoría, desean la rápida constitución del Consell. Esta voluntad es particularmente viva entre socialistas y comunistas.

Estos últimos considerarían su experiencia en el Gobierno catalán como un primer paso que les acercaría a una posterior participación en un Gobierno de concentración nacional.

Por su parte, los socialistas constituyen el sector político cuyas relaciones conTarradellas son más frías y opinan que la designación de un Gobierno catalán limitaría la tentación de una política persona!isla del presidente de la Generalítat.

Tarradellas se inclinaría por dar prioridad a la designación de los miembros catalanes de las comísiones mixtas de transferencia de servicios, establecidas entre la Generalitat y las diputaciones, y entre aquélla y el Gobierno español. Su intención sería que los treinta rrúembros catalanes de esas dos comisiones fuesen de su absoluta confianza, por encima del criterio de los partidos políticos con representación parlamentaria.

El presidente de la Generalitat está interesado de forma prioritaria en mejorar su imagen pública, fuertemente debilitada por las duras críticas de que fue objeto en el pasado, especialmente en los meses de agosto y septiembre, por parte de la prensa y la mayoría de partidos políticos catalanes.

Para ello, Tarradellas estaría preparando ya una fuerte ofensiva de carácter propagandístico, en el que posibles contactos a alto nivel con empresas periodísticas ocuparían un papel determ nante. Con esta finalidad, Tarradellas cuenta con el asesoramiento personal del periodista Manuel Ibáñez Escofet, subdirector de La Vanguardia y anteriormente director de TelelExpres, cargo que abandonó después del consejo de guerra contra el periodista Josep María Huertas Clavería.

Finalmente, Josep Tarradellas tendría prevista la realización, en un futuro inmediato, de tres viajes oficiales a cada una de las capitales de provincia catalanas que aún no ha visitado. Ello se inscribiría claramente en la campaña de popularización de su figura.