Holanda sigue sin Gobierno seis meses después de las últimas elecciones

A seis meses de las últimas elecciones legislativas, celebradas el pasado 25 de mayo, los partidos políticos holandeses siguen sin llegar a un acuerdo para formar nuevo Gobierno. La situación no parece preocupar demasiado al tranquilo pueblo holandés, cuya atención, como en toda Europa, pasa hoy por el clima creado por los últimos acontecimientos acaecidos en la República Federal de Alemania. No se olvida que los actos de violencia política pueden renacer aquí en cualquier momento, por parte de los nacionalistas moluqueños.El juego está en conseguir un equilibrio de ministerios entre los t...

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A seis meses de las últimas elecciones legislativas, celebradas el pasado 25 de mayo, los partidos políticos holandeses siguen sin llegar a un acuerdo para formar nuevo Gobierno. La situación no parece preocupar demasiado al tranquilo pueblo holandés, cuya atención, como en toda Europa, pasa hoy por el clima creado por los últimos acontecimientos acaecidos en la República Federal de Alemania. No se olvida que los actos de violencia política pueden renacer aquí en cualquier momento, por parte de los nacionalistas moluqueños.El juego está en conseguir un equilibrio de ministerios entre los tres partidos que formarán la nueva coalición gubernamental: los socialistas -PVDA-, los demócrata-cristianos - CDA y los liberales de izquierda - D66.

Joop Den Uyl, primer ministro dimisionario, fue encargado por la reina Juliana para formar gobierno en dos ocasiones, a lo largo de la actual crisis.

Den Uyl, fuerte a raíz del triunfo electoral de su partido (53 escaños en un Parlamento de 150, contra 49 los democristianos) optó por pactar el programa del futuro Gobierno. De ahí la duración de la crisis.

Un programa en dieciocho puntos sobre política social y económica en el que destaca el control contra la especulación del suelo, participación de los obreros en el reparto de beneficios, consejos e inversiones de las empresas, logró que socialistas y democristianos llegaran a un compromiso de Gobierno.

El delicado asunto del aborto, que no es legal en Holanda aunque se practica con tolerancia, se dejó para más adelante. Una vez definido el programa de gobierno, un poco de espaldas al Parlamento, que se interroga sobre cuál será su trabajo en la actual legislatura si todo está ya pactado socialistas y democristianos chocaron en el reparto de carteras.

Dos nuevos informadores nombrados por la reina Juliana. Piel Verdam y Maarten Vrolijk, se esfuerzan para encontrar una solución a la crisis.

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Los liberales, desde la oposición recuerdan la delicada situación económica y piden un Gobierno de Salud nacional, con participación de todos los partidos.

La mayoría de observadores coincide en afirmar que Den Uyl sucederá a Den Uyl, en una formación, socialista, democristiana y liberal de izquierda.

Los socialistas, por la República

El aburrimiento de la crisis política se ha visto superado por la sorpresa de un voto, por parte del congreso anual del Partido Socialista, en pro de la República en Holanda. En contra de las opiniones de su comité directivo, el congreso, celebrado en Amsterdam el pasado fin de semana, se pronunció por la República, por 5.828 votos a favor contra 4.180.La secretaria general del partido, la señora Van den Heuvel, salió un poco al paso para salvar la situación, y recordó «el trabajo extremadamente positivo de la reina Juliana». Hasta el momento sólo se había declarado partidario de la República el pequeño partido pacifista.

Los últimos sondeos sobre la popularidad de la reina Juliana, de 68 años, daban sólo un 8% de insatisfechos. Su hija y sucesora, la princesa Beatriz, 38 años podría asegurar un relevo tranquilizador para los progresistas holandeses, gracias a las ideas de su esposo, el príncipe Klaus. La pareja es considerada casi de «izquierdas» por el propio Bernardo.

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