Subvenciones a colegios caros

Existen en zonas de la provincia de Madrid. perfectamente localizadas. como son: El Viso, Aravaca. Pinar de Chamartín, Majadahonda. El Plantío, etcétera, una serie de colegios que podríamos llamar, para entendernos, de «niños bien», creados para educar a los hijos de una determinada esfera social, con el fin de evitar mezclarse con el resto de los niños.En estos centros se selecciona al profesorado atendiendo, principalmente, a su aspecto sofisticado y anteponiéndolo a su nivel de conocimientos, como si de una empresa de relaciones públicas se tratase.

Algunos de estos colegios «funcion...

Existen en zonas de la provincia de Madrid. perfectamente localizadas. como son: El Viso, Aravaca. Pinar de Chamartín, Majadahonda. El Plantío, etcétera, una serie de colegios que podríamos llamar, para entendernos, de «niños bien», creados para educar a los hijos de una determinada esfera social, con el fin de evitar mezclarse con el resto de los niños.En estos centros se selecciona al profesorado atendiendo, principalmente, a su aspecto sofisticado y anteponiéndolo a su nivel de conocimientos, como si de una empresa de relaciones públicas se tratase.

Algunos de estos colegios «funcionan» por el sistema de la participación activa de los padres como accionistas / propietarios. Este sistema podría ser considerado correcto si, como ocurre en algunos casos, no fuera subvencionado en un 50 % por el Ministerio de Educación y Ciencia.

¿Sabrán estos padres accionistas que existen unos «llamados colegios» por las zonas de Palomeras, Vallecas, Usera, etcétera, donde se imparte la enseñanza en el interior de cuchitriles de uralita y cartón piedra, por un profesorado vocacional que, en muchos casos, lo hace de forma desinteresada y gratuita?

¿Habrán pensado esos señores que están robando de los fondos públicos un dinero que no necesitan?

Desde estas líneas quisiera hacer resaltar a la Admistración la necesidad de investigar y denunciar, el «funcionamiento» de estos centros de enseñanza, como asismismo pedir responsabilidades a las personas que en su día autorizaron estas subvenciones, ya que, según mi modesta opinión, esos fondos hubieran tenido mejor destino empleándolos en dotar de centros más dignos a las barriadas populares y superpobladas.