Subidas en dos meses
El Gobierno (o sus instituciones) nos dicen que el coste de la vida va a subir en el año 77, un 30 %.Hay tres productos que, por especiales circunstancias que no vienen al caso, adquiero yo personalmente, de forma continua, y que han experimentado las siguientes variaciones en un plazo no superior a dos meses:
Una novela policíaca (de la misma colección y precio único): de 125 pesetas a 225 pesetas.
Un bote de Cola-cao de kilo y medio: de 179 pesetas a 449 pesetas.
Un corte de pelo a tijera (sin otros servicios): de cien pesetas a 150 pesetas (peluquería de barrio)....
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El Gobierno (o sus instituciones) nos dicen que el coste de la vida va a subir en el año 77, un 30 %.Hay tres productos que, por especiales circunstancias que no vienen al caso, adquiero yo personalmente, de forma continua, y que han experimentado las siguientes variaciones en un plazo no superior a dos meses:
Una novela policíaca (de la misma colección y precio único): de 125 pesetas a 225 pesetas.
Un bote de Cola-cao de kilo y medio: de 179 pesetas a 449 pesetas.
Un corte de pelo a tijera (sin otros servicios): de cien pesetas a 150 pesetas (peluquería de barrio).
Repito que entre el primer precio y el segundo han transcurrido dos meses.
No son historias que me cuente mi mujer, sino tres productos que, casualmente, adquiero yo mismo.
La clase «política» de nuestro país está representando una «función» que sólo interesa y apasiona a sus «actores».
La clase política, admirablemente secundada por ustedes, los periodistas, casi ha logrado enloquecer al pueblo (entre el que me encuentro) con la «libertad de expresión» (que tanto interesa a ustedes), con los «mecanismos representativos de acceso al poder» (que tanto interesa a los políticos profesionales), etcétera, pero lo que al pueblo interesa no es nada de eso, sino vivir.
Pero a pesar de la enorme fuerza del lavado de cerebro que están ustedes realizando, me temo que no nos han «alienado» suficientemente y, un día u otro, se van a encontrar con la más tremenda reivindicación popular. Vamos a despertar.