La maestra inglesa

Es sabido que los mass media están totalmente controlados y que por medio de ellos se nos maneja; por eso no puedo decir que me «asombra" el tratamiento que EL PAIS ha dado a la noticia de la maestra inglesa S. M., sino que me duele por lo profundamente injusto.Su periódico dedica dos días consecutivos una hoja al tema, sacando a relucir también el problema entiendo que lateral y perjudicíal en este caso de los pederastas.

Para las acusaciones dos páginas, para la absolución decretada por eljuez cuatro líneas en un lugar inesperado junto a la noticia de los funcionarios de Correo...

Es sabido que los mass media están totalmente controlados y que por medio de ellos se nos maneja; por eso no puedo decir que me «asombra" el tratamiento que EL PAIS ha dado a la noticia de la maestra inglesa S. M., sino que me duele por lo profundamente injusto.Su periódico dedica dos días consecutivos una hoja al tema, sacando a relucir también el problema entiendo que lateral y perjudicíal en este caso de los pederastas.

Para las acusaciones dos páginas, para la absolución decretada por eljuez cuatro líneas en un lugar inesperado junto a la noticia de los funcionarios de Correos de Lugo). Pero no acaba ahí el daño: a comienzo s de curso la noticia es de total actualidad. Se presenta a la tal S. M. como una maestra que, por lo que declaran sus propios alumnos, los trataba como a seres normales, como a compañeros de trabajo (visitas, consultas, salidas a la piscina ... ) y no como meras máquinas grabadoras de lecciones insípidas; pues bien, por la información proporcionada al lector se deduce que comportarse así es síntoma de que algo «anormal» pasa entre alumnos-profesora, un comportamiento así deberá alarmar a los padres-lectores de EL PAIS por si la tal maestra se propasa con sus hijos.

Es mucho mejor no intentar cambiar nada: seguir siendo un anti-estimulante profesor que provoca la aversión de sus alumnos hacia cualquier asignatura y seguir formando (?) generaciones de españoles subdesarrollados mentalmente (el peor subdesarrollo) y acríticos, como los del momento.