La Unión Soviética, condenada en el Congreso Mundial de Siquiatría

La Conferencia Mundial de Siquiatría ha adoptado una resolución que condena a la Unión Soviética por abusar de la siquiatría con fines políticos. La resolución fue adoptada por los congresistas a propuesta de numerosos siquiatras occidentales, proyecto que en contró numerosas objeciones por parte de los soviéticos.La delegación soviética rechazó la existencia de esa utilización de la siquiatría con fines políticos alegando que las informaciones de prensa sobre supuestos abusos en la URSS se basaban, en declaraciones de disidentes emigrados o en el exilio.

El doctor Babayan, jefe de la s...

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La Conferencia Mundial de Siquiatría ha adoptado una resolución que condena a la Unión Soviética por abusar de la siquiatría con fines políticos. La resolución fue adoptada por los congresistas a propuesta de numerosos siquiatras occidentales, proyecto que en contró numerosas objeciones por parte de los soviéticos.La delegación soviética rechazó la existencia de esa utilización de la siquiatría con fines políticos alegando que las informaciones de prensa sobre supuestos abusos en la URSS se basaban, en declaraciones de disidentes emigrados o en el exilio.

El doctor Babayan, jefe de la sección de siquiatría del Ministerio soviético de Sanidad, intervino en varias ocasiones para defender el punto de vista de la URSS y mánifestó que consultaría a la Asociación Soviética de Siquiatría antes de decidir si ésta abandonaba la Asociación Siquiátrica Mundial.

Dos doctores soviéticos exiliados informaron, por otra parte, en el curso del congreso, que en la Unión Soviética los que tienen opiniones políticas y religiosas disidentes son considerados como individuos con dificultades de adaptación a su medio y necesitados de ayuda siquiátrica.

Los delegados del congreso recibieron documentación relativa a unos doscientos casos de personas sanas, confinadas en hospitales del Estado, donde fueron torturados por sus creencias, Los doctores Marina Voikanskaya y Boris Zubok dijeron que hay dos clases de instalaciones soviéticas, los hospitales siquiátricos regulares y los hospitales especiales. Estos últimos, en número de doce, aproximadamente, están considerados como instituciones para delincuentes mentalmente enfermos y especialmente peligrosos. Zubok dijo que las personas confinadas en los hospitales especiales recibían regularmente salvajes palizas. La insubordinación se castiga con la aplicación de ciertos tipos de drogas.

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