Fuerte subida de precios en Israel

La decisión de aumentar en un 25% los precios de artículos básicos del consumo en Israel, anunciada por sorpresa el domingo, ha establecido la base para la primera confrontación entre el Gobierno del primer ministro, Menahem Begn, y la poderosa central sindical Histadruth y el Partido Laborista.El ministro de Finanzas, Simha Erlich, anunció el domingo por la noche las subidas de precios en un mensaje difundido por televisión. Al mismo tiempo comunicó la reducción, sin precedentes, del presupuesto de defensa en 140 millones de dólares (unos 1.200 millones de pesetas) y la devaluación de la libr...

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La decisión de aumentar en un 25% los precios de artículos básicos del consumo en Israel, anunciada por sorpresa el domingo, ha establecido la base para la primera confrontación entre el Gobierno del primer ministro, Menahem Begn, y la poderosa central sindical Histadruth y el Partido Laborista.El ministro de Finanzas, Simha Erlich, anunció el domingo por la noche las subidas de precios en un mensaje difundido por televisión. Al mismo tiempo comunicó la reducción, sin precedentes, del presupuesto de defensa en 140 millones de dólares (unos 1.200 millones de pesetas) y la devaluación de la libra israelí en el 2%.Las subidas de precios pueden desembocar en una situación similar a la de noviembre de 1974, cuando los incrementos de precios de artículos de primera necesidad provocaron graves disturbios

El comité central de la Histadruth se ha reunido en sesión de urgencia para examinar las decisiones económicas anunciadas por el Gobierno de Begin. Afectan a productos como el azúcar, leche, pan, huevos y queso. La central sindical no fue consultada sobre estas decisiones, como tampoco lo fue el Partido Laborista.

El secretario de la citada central, Yeruham Meshel, ha lanzado la advertencia de que la Histadruth podría cancelar el acuerdo concertado con el anterior Gobierno laborista sobre limitación de los aumentos salariales al ritmo del porcentaje del incremento de los precios, y que debería regir hasta el próximo mes de octubre. Esto podría acarrear reinvindicaciones de subidas salariales antes de que finalice el plazo del acuerdo, lo cual, a su vez, contribuiría a echar por tierra los planes gubernamentales de mantener controlada la inflación, que se eleva, desde enero, al 6%.

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