Veinte mil firmas piden la abolición de la ley de Peligrosidad Social

Una carta con más de 20.000 firmas pidiendo la derogación de la ley de Rehabilitación y Peligrosidad Social se entregará a las Cortes cuando empiecen las sesiones, probablemente el mismo día de su inauguración. Este será el final de la primera fase de la campaña que contra dicha ley ha venido desarrollando la Coordinadora de Grupos Marginados desde hace unos tres meses.

Precisamente «contra la ley de Peligrosidad Social» nació la Coordinadora, plataforma en la que se integran homosexuales, presos comunes, feministas, siquiatrizados, minusválidos y otros marginados que han asumido...

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Una carta con más de 20.000 firmas pidiendo la derogación de la ley de Rehabilitación y Peligrosidad Social se entregará a las Cortes cuando empiecen las sesiones, probablemente el mismo día de su inauguración. Este será el final de la primera fase de la campaña que contra dicha ley ha venido desarrollando la Coordinadora de Grupos Marginados desde hace unos tres meses.

Precisamente «contra la ley de Peligrosidad Social» nació la Coordinadora, plataforma en la que se integran homosexuales, presos comunes, feministas, siquiatrizados, minusválidos y otros marginados que han asumido su marginación y se autocalifican como marginales. Excepto en el caso de las feministas, los grupos que forman la Coordinadora representan sectores minoritarios de la sociedad, pero especialmente significativos, ya que su propia existencia hace patente las contradicciones del sistema que rige las relaciones sociales.Por otra parte, la creación de la Coordinadora es también un hecho significativo, pues aparece como una experiencia única en Europa. Ni en la Francia de mayo del 68, ni en Italia de los autonomistas o los indios metropolitanos se llegaron a constituir colectivos de este tipo. La lucha contra la ley de Peligrosidad ha sido, aquí, el agente aglutinante que explica esta singularidad.

Sin embargo, según declaran sus miembros, el propósito de la Coordinadora es seguir funcionando una vez que se consiga la desaparición de la ley de Peligrosidad, hoy día su reivindicación más urgente. La creación de un nuevo orden social en el que ser diferente de la mayoría no fuera motivo de condena o represión

En la I Semana de Solidaridad con los Presos Comunes que se celebró del 21 al 25 de marzo en la Facultad de Derecho de la Complutense de Madrid se produjeron los primeros contactos entre los grupos de marginados de la Coordinadora. A los comités de ayuda a Copel y al Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR) que iniciaban entonces la lucha contra la ley de Peligrosidad se unieron varios partidos políticos y organizaciones feministas y de homosexuales. Tras las primeras reuniones, los partidos que en principio se solidarizaron abandonaron la Coordinadora y actualmente Acción Comunista (AC) y la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) son las únicas fuerzas políticas y sindicales presentes.

«La CNT está en esto por tradición y nosotros por devoción» comenta un representante de AC. «Lo cierto es que resulta difícil capitalizar políticamente las actuaciones que aquí llevamos a cabo, y, además, muchos partidos, incluso los de extrema izquierda se muestran remisos a la hora de apoyar algunas de nuestras reivindicaciones, como la liberalización de las drogas, por ejemplo.» Con tanto incluso con estas deserciones, en solventar diferencias y unificar criterios para elaborar un programa común se han invertido las laboriosas sesiones de discusión y, una vez redactada la plataforma reivindicativa, algunos grupos se han negado a suscribir el punto referente a drogas.

Además de la abolición inmediata de la ley de Peligrosidad, en lo que todos coinciden, dicha plataforma comprende las peticiones siguientes:

- Desaparición de los Centros de Rehabilitación, del Tribunal Tutelar de Menores y de todos los patronatos (de protección a la mujer y a la juventud).

- Derecho a la libre utilización del propio cuerpo y a manifestar librementes todas las tendencias de la afectividad.

Abolición de la legislación que discrimina a la mujer. Aborto libre y gratuito.

- Despenalización de la prostitución, del uso de drogas y desaparición del Código de conceptos como vago, maleante, predisposición al delito, etcétera.

- Amnistía total que afecte también a los presos comunes.

A lo largo de estos meses y mientras intentaba organizarse, la Coordinadora se ha dedicado a recoger firmas para apoyar la petición de que la ley de Peligrosidad sea abolida. Se han instalado mesas en el Rastro y organizado mítines y actos_públicos. En estos momentos, y a pesar del paréntesis vacacional, la Coordinadora se sigue reuniendo en la sede de AC, cada semana. Una de las cuestiones que tiene que decidir es qué día se presentará la carta en las Cortes.

Además de AC y CNT, los grupos que forman la Coordinadora, en estos momentos, son: el Colectivos de Siquiatrizados en Lucha, los Comités de apoyo a Copel, Minusválidos Unidos, Mujeres Libres, el Colectivo Feminista y tres organizaciones gay; la agrupación Mercurio, el FHAR y el Movimiento Democrático de Homosexuales.

Gitanos, objetores de conciencia, drogadictos son otros marginados que en el futuro podrían incorporarse. En ese sentido, la Coordinadora está totalmente abierta. A corto plazo parece ser que los subnormales -las Asociaciones de Padres y Amigos de Subnormales- tienen la intención de adscribirse a ella.

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