Las autoridades mexicanas prohíben la entrada a monseñor Lefèbvre

El Gobierno mexicano prohibió ayer la entrada en el país al arzobispo integrista Marcel Lefebvre, poco antes de que comenzara la visita oficial del prelado francés a México.Organizaciones de católicos tradicionalistas hicieron pública su protesta, al conocer la decisión del Gobierno mexicano, y calificaron la medida de arbitraria. La Secretaría del Interior anunció que emitiría un comunicado «sobre lo que realmente sucedió».

El mensaje que monseñor Lefébvre tenía preparado para el pueblo mexicano fue llevado al país azteca por un mensajero del prelado, llegado desde Estados Unidos.
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El Gobierno mexicano prohibió ayer la entrada en el país al arzobispo integrista Marcel Lefebvre, poco antes de que comenzara la visita oficial del prelado francés a México.Organizaciones de católicos tradicionalistas hicieron pública su protesta, al conocer la decisión del Gobierno mexicano, y calificaron la medida de arbitraria. La Secretaría del Interior anunció que emitiría un comunicado «sobre lo que realmente sucedió».

El mensaje que monseñor Lefébvre tenía preparado para el pueblo mexicano fue llevado al país azteca por un mensajero del prelado, llegado desde Estados Unidos.

Las autoridades habían oído las protestas de diversos sectores del país, incluso del Episcopado, que rechazaban no sólo las intenciones de monseñor Lefébvre de llevar a cabo actos públicos y concentraciones de católicos tradicionalistas, sino incluso su presencia en territorio mexicano.La Conferencia del Episcopado mexicano había reiterado a los fieles que quienes solicitaran los servicios del obispo Le fébevre faltarían gravemente, al exponerse al pecado de fomentar un cisma. El obispo de Acapulco, monseñor Rafael Bello Ruiz, excomulgó el mes pasado al sacerdote Moisés Cardona, párroco de la iglesia de la Divina Providencia, en Acapulco, seguidor del obispo francés, por haber tratado de anticristo al papa Pablo VI. El sacerdote Moisés Cardona es uno de los que han invitado a monseñor Lefébvre y piensa que éste pueda oficiar en su parroquia.

El encargado del comité de recepción, antiguo presidente de la Acción Católica Mexicana, Antonio Reus Facius, acaudalado hombre de negocios, informó el viernes que monseñor Lefébvre consagraría en la ciudad de México una pequeña iglesia en construcción, que sin embargo se halla fuera de la jurisdicción del Episcopado mexicano.El obispo francés tenía que haber llegado a México procedente de Estados Unidos. donde lo acogió el sacerdote americano Héctor Boldug. Se pretendía que a su llegada a la capital mexicana el prelado francés recibiera a la prensa en una conferencia y después dijera misa en Cuernavaca, en Acapulco y en el poblado de Jumiltepec.

Los obispos de Guadalajara y de Cuernavaca habían advertido a los fieles y sacerdotes que monseñor Lefébvre, por haber sido sus pendido a divinis por el papa Pablo VI, no podría administrar ningún sacramento y que, por otra parte, no podría celebrar legalmente misas en este país.

La visita, pues, de monseñor Marcel Lefébvre a México, donde están prohibidas todas las demostraciones externas de la religión y hasta el que los sacerdotes se vistan con ropas talares fuera de las iglesias, podría haber provocado una áspera polémica y, probablemente la reacción de la prensa y de no pocos políticos, que, al menos en apariencia, se pretenden laicos.

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