Carrillo propone a los soviéticos un debate público sobre los problemas del socialismo

Un debate público sobre los problemas que plantea la construcción del socialismo en los distintos países propuso ayer a los soviéticos Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España, en una conferencia de prensa celebrada en la sede del partido. El líder comunista, rodeado de varios miembros del comité ejecutivo del PCE, compareció ante más de ochenta periodistas extranjeros y españoles, cuyas preguntas se centraron fundamentalmente en el reciente ataque de la revista, soviética Tiempos Nuevos a Ias concepciones expuestas por el señor Carrillo en su libro Eurocomunismo y...

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Un debate público sobre los problemas que plantea la construcción del socialismo en los distintos países propuso ayer a los soviéticos Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España, en una conferencia de prensa celebrada en la sede del partido. El líder comunista, rodeado de varios miembros del comité ejecutivo del PCE, compareció ante más de ochenta periodistas extranjeros y españoles, cuyas preguntas se centraron fundamentalmente en el reciente ataque de la revista, soviética Tiempos Nuevos a Ias concepciones expuestas por el señor Carrillo en su libro Eurocomunismo y Estado.

Seguro de sí mismo, contestando lo preciso, pero sin obviar las preguntas, el dirigente comunista tuvo apreciaciones duras para con los métodos soviéticos de análisis y discusión, en correspondencia con los duros ataques lanzados por Tiempos Nuevos. «Yo no esperaba el decreto de excomunión del santo oficio», precisó el secretario general del PCE. «Yo esperaba, desde luego, una respuesta en el terreno teórico y político, en relación conmigo, pues soy el autor de la obra, no con mi partido. Esperaba un debate, que, llevado de una manera seria, podría esclarecer problemas que hoy están oscuros. Uno de los puntos del debate hubiera sido el de llegar a una definición más real del tipo de Estado que se ha creado en la URSS.»-¿Está dispuesto a llegar a la ruptura? -le preguntó uno de los informadores.

-Lo que puedo decir es que mantendré mis posiciones a costa de lo que sea. Nosotros no romperemos, pero si ellos rompen, allá con su responsabilidad.

-¿Cuál puede ser, a su juicio, el próximo paso dado por los soviéticos?

-No sé exactamente. La excomunión está ya. Pienso que puede ser una especie de intriga para descomponer el partido. Pero esos métodos ya no conducen a nada. Además, en nuestro partido ya tenemos la experiencia de los años 68 y 70. En aquellas ocasiones nos liberaron de los que podrían considerarse como prosoviéticos. Fue un error que ahora nos beneficia.

Santiago Carrillo, apoyado por el Comité central del PCE, salvo una abstención, más por cuestiones de forma que de fondo, según manifestó el líder comunista, se mostró dispuesto a mantener un debate sobre los problemas de la construcción del socialismo con los demás partidos socialistas y obreros. «Nosotros -dijo- vamos, a publicar en España el artículo de Tiempos Nuevos con notas aclaratorias. Es un método que aconsejamos a nuestros camaradas soviéticos para que su opinión pública esté correctamente informada.» Con tono no exento de ironía, el secretario general del PCE concluyó sobre el tema: «Si alguien pensaba que el eurocomunismo es una táctica ocasional, la prueba en contrario está en el artículo de Tiempos Nuevos. »

Los temas interiores, aunque llamaron escasamente la atención de los periodistas, también fueron tratados por el secretario general del PCE, quien manifestó a este respecto que «la estrategia actual del partido sigue centrada en la consolidación de las instituciones democráticas». Santiago Carrillo expuso que la minoría parlamentaria comunista está preparada para trabajar en las Cortes, aparte de en la labor propiamente constitucional, por un proyecto de amnistía total para civiles y militares, por otro de amnistía laboral, por enmendar la actual ley de Asociaciones en el sentido de que sean legalizados todos los partidos políticos, por la elaboración de una ley municipal cara a las próximas elecciones municipales y por la promulgación de una nueva ley electoral que reconozca el voto desde los dieciocho años y haga posible en la práctica el voto de los emigrantes. Sobre la amnistía total, el líder comunista manifestó «Cuando se dé y se liquiden los residuos de la dictadura, quien asesine y robe deberá sufrir las consecuencias, pues no podrán alegar motivaciones políticas. »

Santiago Carrillo corroboró que su partido aceptaba sinceramente el resultado de las elecciones, el cual -dijo- debe ser aceptado por todas las fuerzas políticas. «Si algún campo de subversión hay de ahora en adelante en España no será el anterior, sino el de los que no acaten las elecciones..»

El dirigente comunista, insistió en que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) debería entrar en el próximo Gobierno, pues de esta forma dicho partido «estaría en condiciones de ser el mediador entre el Gobierno y las fuerzas de la cultura y del trabajo». Por otra parte, concluyó el señor Carrillo sobre este tema, «desde un punto de vista de la consolidación de la democracia tenemos, miedo de que una polarización en las Cortes entre la UCD y el PSOE pueda traducirse en el país en una polarización entre derecha e izquierda, lo cual en este momento no es conveniente».

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