Begin insiste en una coalición con los laboristas israelíes

El presidente de Israel, Efrain Katzir, encargó ayer, oficialmente, al líder del Partido Likud, Menahem Begin, la formación de un nuevo Gobierno, tras una conversación que duró 45 minutos. Al finalizar la misma, Begin sorprendió a los periodistas al anunciar que mañana jueves reanudaría las conversaciones con el Alineamiento Laborista Maarah, con vistas a incluirle en un «Gobierno de unidad nacional». Los laboristas, derrotados por el Likud en las elecciones del 17 de mayo, habían decidido en un principio pasar a la oposición, tras veintinueve años de permanencia en el poder.

Begin afir...

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El presidente de Israel, Efrain Katzir, encargó ayer, oficialmente, al líder del Partido Likud, Menahem Begin, la formación de un nuevo Gobierno, tras una conversación que duró 45 minutos. Al finalizar la misma, Begin sorprendió a los periodistas al anunciar que mañana jueves reanudaría las conversaciones con el Alineamiento Laborista Maarah, con vistas a incluirle en un «Gobierno de unidad nacional». Los laboristas, derrotados por el Likud en las elecciones del 17 de mayo, habían decidido en un principio pasar a la oposición, tras veintinueve años de permanencia en el poder.

Begin afirmó que, a pesar de que el Maarah rechazó su primer ofrecimiento, desea realizar otro intento «porqueños enfrentamos a graves problemas internos y de política exterior y es aconsejable que en un período tan crucial como el actual formemos un Gobierno de unidad nacional».Tanto el Likud, que dirige Begin, como el Alineamiento Laborista comparten tres puntos esenciales: el rechazo de un Estado palestino en Gaza, Samaria y Judea; la negativa a regresar a las fronteras anteriores a la «guerra de los seis días » y la no aceptación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como parte negociadora en cualquier arreglo de paz. Sin embargo, los laboristas han estudiado en los meses anteriores, a las últimas elecciones la posibilidad de negociar con el Estado jordano la devolución de territorios de Samaria y Judea.En espera de reanudar los contactos con el Maarah, el líder del Partido Likud mantiene conversaciones con el Movimiento Democrático para el Cambio (MDC), el Partido Religioso y la agrupación Agudat Israel, para formar una mayoría gubernamental.

Riesgo de guerra

Mientras, dos conocidos generales israelíes se han referido últimamente a la posibilidad de un conflicto armado árabe-israelí. Mordachai Gur comentó a Radio Israel que podría haber una nueva guerra en el Oriente Próximo si los árabes se negaban a aceptar a Israel como una realidad. Por su parte, el jefe del Alto Estado Mayor, Ezer Weitzman declaró al semanario alemán Stern que su país podría verse forzado a «una futura guerra en el Oriente Próximo, dando el primer golpe».

De momento, las iniciativas de paz parten de los palestinos, quienes, a través de Hani Al Hasan, dirigente de Al Fatah, manifiestan su deseo de participar en la conferencia de Ginebra, pero no como refugiados.

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