Ataques al Centro y a Alianza Popular en el País Vasco

La campaña electoral llegó a su máximo apogeo este fin de semana en Euskadi, cuya geografía fue prácticamente «cosida» por más de 150 mítines de todas las fuerzas y vascas sin excepción. De entre esta amplia relación caben destacar los actos en los que intervinieron líderes como Felipe González, Carrillo, Gil Robles, Raúl Morodo, García Salve y José Sanroma, la presentación en Bilbao de Euskadijo Ezquerra (Izquierda Vasca), y el récord de mítines lleva dos a cabo por el PC -un total de 36-, el PNV y ESB (Partido Socialista Vasco), veintinueve.En la mayoría de los mítines una característica com...

La campaña electoral llegó a su máximo apogeo este fin de semana en Euskadi, cuya geografía fue prácticamente «cosida» por más de 150 mítines de todas las fuerzas y vascas sin excepción. De entre esta amplia relación caben destacar los actos en los que intervinieron líderes como Felipe González, Carrillo, Gil Robles, Raúl Morodo, García Salve y José Sanroma, la presentación en Bilbao de Euskadijo Ezquerra (Izquierda Vasca), y el récord de mítines lleva dos a cabo por el PC -un total de 36-, el PNV y ESB (Partido Socialista Vasco), veintinueve.En la mayoría de los mítines una característica común: los ataques de todas las fuerzas a Alianza Popular y a la Unión del Centro. Quizá las frases más duras a esas posiciones las lanzó José María Gil Robles en su intervención en un mitin de la Democracia Cristiana Vasca -que conduce Julen Guimón- en Bilbao. Gil Robles, que había calificado estas elecciones como las «elecciones de los disfraces y el carnaval», atacó duramente al Centro. «El Centro dijo- es una posición, un modo de estar y no un modo de ser. Cuando esa posición y ese modo de estar viven al amparo de un Gobierno que quiere prefabricar un partido, las críticas son forzadas. El Centro no nace en este caso de una idea fija y firme entre dos extremos, sino de una conveniencia fija.»

El domingo, en San Sebastián, y ante más de 15.000 personas reunidas en el velodromo de Anoeta, Felipe González atacó, al igual que Gil Robles, la falta de un programa político de Centro, y destacó luego que los candidatos de Alianza Popular y la Unión de Centro son intercambiables. Quizá el momento más interesante de su intervención fue el dedicado al problema planteado por los arrantzales (pescadores vascos), con la ampliación a doscientas millas de las aguas comunitarias.

Por último, Felipe González pidió la liberación de Javier de Ybarra: «Lo pido solemnemente, por favor, que dejen en libertad a De Y barra para que el día 14 no necesitemos de un "salvador". »

Sin figuras famosas ni oradores prestigiosos, pero con una gran expectación e interés, Euskadico Ez kerra (Izquierda Vasca)-integrada por EIA (Partido para la Revolución del Pueblo Vasco), MC, Euskal y Euskal Socialistak- se presentó en Bilbao el domingo en el teatro Arriaga, incapaz de con tener a un público interesado.

Intervinieron en el acto Luis Elverdín, trabajador de Standard, Fernando Goitia, obrero despedido de Ripolín, Uri Ruiz Bikandi, profesora de ikaszola, Basilio Montes y Rosa Olivares -ambos de MC-, y Pedro Solabarría, trabajador de la construcción.

De entre los veintinueve mítines que llevó a cabo en todo Euskadi el PNV caben destacar el celebrado en Galdácano, en el que intervinieron Kepa Sodupe -habló de la autonomía para Euskadi-, Lourdes Municxa, José Cortabarría, Iñigo Aguirre, Juan José Pujana -presente y futuro del PNV- y Juan Ajuriaguerra, que se refirió al poder del Partido Nacionalista Vasco.

Intervino también en el acto Lorenzo Natah, vicepresidente de la Comisión Económica de las Comunidades Europeas, que habí venido en representación de solidaridad del Partido Demócrata Cristiano Italiano.

Por otra parte, Acción Nacionalista Vasca (ANV) llevó a cabo la presentación de sus candidatos en Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra.

En Pamplona, la Agrupación Electoral de Trabajadores (ORT) ,abarrotó -a la misma hora en que Carrillo y el PC celebraban su fies ta en la ciudad deportivá, Amaya- el pabellón Anaitasuna con más de 8.000 personas. José Sanroma atacó algunos grupos de izquierda que no desean el frente Popular.