La nueva Comisión soviética reforzará el centralismo
La comisión encargada de elaborar una nueva Constitución en la Unión Soviética ha finalizado sus trabajos, después de quince años de actividad, y en los próximos días entregará el texto al secretario general Brejnev, según informan fuentes oficiosas en Moscú. El propio Brejnev dijo el año pasado, con motivo del 25 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, que el proyecto sería sometido a la discusión de todos los ciudadanos. Si esto se cumple, es muy posible que la URSS estrene nuevas leyes fundamentales en ocasión del sesenta aniversario de la Revolución de Octubre, que se celebra...
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La comisión encargada de elaborar una nueva Constitución en la Unión Soviética ha finalizado sus trabajos, después de quince años de actividad, y en los próximos días entregará el texto al secretario general Brejnev, según informan fuentes oficiosas en Moscú. El propio Brejnev dijo el año pasado, con motivo del 25 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, que el proyecto sería sometido a la discusión de todos los ciudadanos. Si esto se cumple, es muy posible que la URSS estrene nuevas leyes fundamentales en ocasión del sesenta aniversario de la Revolución de Octubre, que se celebra el 7 de noviembre de este año.Reformas sustanciales
Respecto al contenido del nuevo texto, se anticipa que incluirá algunas,«reformas sustanciales» con relación a la anterior Constitución que data de 1936, muy influida por el criterio político de Stalin. Cuando en 1962, Kruchev designó una comisión para la reelaboración de las leyes fundamentales de la Unión Soviética, ya dijo ante el Soviet Supremo que la Constitución vigente había quedado muy desfasada.
Durante años, la comisión redactora ha proseguido sus estudios sin gran dedicación, debido: sobre todo a la inestabilidad de Ios cuadros dirigentes de Moscú. En 1972 Brejnev aseguró que el anteproyecto se presentaría en el 25 Congreso del PCUS, pero no fue así.
Según los expertos occidentales, la nueva Constitución acentuará el criterio centralista de la «troika» actual y el principio de la dirección de la economía popular por el partido.