Cartas al director

"Guerrilleritos " de Cristo Rey

El pasado sábado, a las 8.30 de la tarde, y en el hall del Metro de Callao, ví por primera vez en mi vida actuar a los Guerrilleros de Cristo Rey.

Ante la rabia de mi impotencia siento verguenza de mí mismo.

Cuatro o cinco chavales estaban vendiendo prensa comunista (que compraba el que quería) cuando, de improviso, se presentaron seis mozalbetes de Fuerza Nueva que con «luchacos» propinaron una fenomenal paliza a los comunistas. Todo el público estaba atemorizado y sin rechistar, sin atrevernos a intervenir ante tal vergüenza. Solamente un hombre joven dijo ...

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El pasado sábado, a las 8.30 de la tarde, y en el hall del Metro de Callao, ví por primera vez en mi vida actuar a los Guerrilleros de Cristo Rey.

Ante la rabia de mi impotencia siento verguenza de mí mismo.

Cuatro o cinco chavales estaban vendiendo prensa comunista (que compraba el que quería) cuando, de improviso, se presentaron seis mozalbetes de Fuerza Nueva que con «luchacos» propinaron una fenomenal paliza a los comunistas. Todo el público estaba atemorizado y sin rechistar, sin atrevernos a intervenir ante tal vergüenza. Solamente un hombre joven dijo que aquello era una vergüenza y cinturón en mano se lanzó a ellos; su suerte no fue mejor que la de los vendedores de prensa. Yo, hombre de cincuenta años y sin cinturón, sólo pude sonrojarme.

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