Los laboristas no formarán coalición con la derecha israelí

El vencedor en las elecciones de Israel, Menahem Begin, se reunió ayer con su principal rival, Shimon Peres, actual primer ministro en funciones y ministro de Defensa, horas después que el Partido Laborista, que dirige el segundo, comunicase su negativa a formar parte de un Gobierno de coalición con el movimiento derechista Likud que ha conseguido la mayoría relativa de escaños parlamentarios.Begin había solicitado el miércoles pasado que le fuese suministrada información sobre temas de defensa y política exterior, y ahora le ha sido facilitada por Peres.

La negativa laborist...

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El vencedor en las elecciones de Israel, Menahem Begin, se reunió ayer con su principal rival, Shimon Peres, actual primer ministro en funciones y ministro de Defensa, horas después que el Partido Laborista, que dirige el segundo, comunicase su negativa a formar parte de un Gobierno de coalición con el movimiento derechista Likud que ha conseguido la mayoría relativa de escaños parlamentarios.Begin había solicitado el miércoles pasado que le fuese suministrada información sobre temas de defensa y política exterior, y ahora le ha sido facilitada por Peres.

La negativa laborista a entrar en un Gobierno de coalición dificulta al Likud en la búsqueda de una mayoría parlamentaria. Begin recibirá el encargo de formar Gobierno cuando sean comunicados los resultados definitivos, dentro de nueve días.

Por otro lado, dirigentes del Likud han exigido la dimisión del presidente de la Organización Sionista Mundial, que es actualmente laborista, y su sustitución por un miembro de la coalición derechista. La tradición impuesta por los propios laboristas establece que el presidente del sionismo mundial pertenezca al mismo partido que el jefe del Gobierno de Israel, y que los escaños reservados a los israelíes en dicha organización se repartan siguiendo la misma proporción existente en el Parlamento israelí.

Mientras tanto, los presidentes de Egipto, Anuar el Sadat, de Siria; Hafez el Assad, y el rey Jaled de Arabia Saudita, han adoptado, al parecer, el jueves, una serie de «resoluciones secretas» que orientan la política árabe teniendo en cuenta el cambio, producido en Israel a raíz de las elecciones.

Por otro lado, el vicepresidente de la Organización para la Liberación de Palestina, Abu Iyad, ha declarado en Kuwait, que la OLP no reconocerá nunca a Israel y que las propuestas del presidente norteamericano eran inaceptables.

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