El gaullismo destaca la actuación de Barre frente a Mitterrand

Tras el debate que enfrentó anteanoche al líder de la oposición de izquierdas, Francois Mitterrand, y al primer ministro, Raymond Barre, el presidente Giscard d'Estaing telefoneó el premier para felicitarle por la «claridad de su lección». El presidente del RPR gaullista, Jacques Chirac, también se congratuló públicamente y destacó la actuación de su antecesor. Esta conjunción de opiniones, en los dos «hermanos enemigos» de la mayoría, sobre un acontecimiento que presenció más de media Francia, no ha pasado desapercibida. La oposición, por su parte, interpreta de manera diversa al Mitte...

Tras el debate que enfrentó anteanoche al líder de la oposición de izquierdas, Francois Mitterrand, y al primer ministro, Raymond Barre, el presidente Giscard d'Estaing telefoneó el premier para felicitarle por la «claridad de su lección». El presidente del RPR gaullista, Jacques Chirac, también se congratuló públicamente y destacó la actuación de su antecesor. Esta conjunción de opiniones, en los dos «hermanos enemigos» de la mayoría, sobre un acontecimiento que presenció más de media Francia, no ha pasado desapercibida. La oposición, por su parte, interpreta de manera diversa al Mitterrand «aparentemente tímido» que dialogó con Barre.

Una táctica

Según estos medios de la oposición, «Mitterrand ofreció al primer ministro una ocasión para criticar públicamente el "Programa Común"», pero la posición del líder socialista era incómoda, luego de las cifras publicadas horas antes por los comunistas sobre el «Programa Común»

A pocos días de la cumbre de la izquierda para actualizar su programa (el próximo martes), la «modestia» del señor Mitterrand también ha sido interpretada como la táctica más oportuna para forzar a los comunistas a la moderación a la hora de revisar el «Programa Común», sobre todo cuando se aborde el capítulo de las nacionalizaciones, que el PCF quisiera ampliar a lo que se niegan los socialistas, y más aún, los radicales de izquierdas.

Ayer, el editorialista del diario comunista L'Humanité dio el primer paso hacia la «comprensión» al señalar que «la carta de la izquierda será el "Programa Común" actualizado», y no el programa presentado hace tres días por los especialistas económicos del PCF.

En este debate sin precedentes, en el que un primer ministro afrontó a un posible primer ministro de la oposición, quien más arriesgaba era el señor Barre, a causa de la oposición a su plan de austeridad y de la hostilidad que le profesan los gaullistas. De esta manera, en el conjunto de la mayoría y, posiblemente, entre muchos frances su imagen ganó puntos.