Suarez ratifica en Nueva York los pactos de los derechos humanos

El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, que ayer inició su -visita oficial a Estados Unidos, ratificó en la sede de la ONU y ante su secretario general, Kurt Waldheim, los pactos de los Derechos Humanos, suscritos por el Gobierno español el pasado año. Suárez se entrevistará hoy con el secretario del Tesoro y mañana lo hará con el presidente, Jimmy Carter.

Dos cuestiones de primer orden van a debatirse en este viaje del presidente Suárez a Norteamerica. De una parte, Suárez planteará claramente que España tiene hoy una cotización internacional muy distinta a la que tenía ...

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El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, que ayer inició su -visita oficial a Estados Unidos, ratificó en la sede de la ONU y ante su secretario general, Kurt Waldheim, los pactos de los Derechos Humanos, suscritos por el Gobierno español el pasado año. Suárez se entrevistará hoy con el secretario del Tesoro y mañana lo hará con el presidente, Jimmy Carter.

Dos cuestiones de primer orden van a debatirse en este viaje del presidente Suárez a Norteamerica. De una parte, Suárez planteará claramente que España tiene hoy una cotización internacional muy distinta a la que tenía hace dos años. Si el camino hacia la democracia occidental se lleva a cabo y la transformación ¡niciada se consuma en unas elecciones sin trucaje y en unas Cortes Constituyentes, España pued entrar en una situación de «normalidad occidental», y pediría por tanto, un tratamiento diferente y una consideración distinta.

Por ello, es previsible que el presidente Suárez «apriete» en sus conversaciones de mañana, vier nes, en Washington. Una entre vista con el secretario del Tesoro Michael Blumenthal, programada a última hora, y la posibilidad de un encuentro con el secretario de Defensa, Harold Brown, amplían el panorama de la visita de Adolfo Suárez y dejan entre ver la posibilidad de que el futuro de las bases militares esté presente en las conversaciones con la nueva Administración norteamericana.

Es previsible también que las entrevistas de mañana se centren en los frentes del comercio exterior, las inversiones en España y lapolítica nuclear de Washington hacia nuestro país.

Aunque entre los observadores se extiende la impresión de que este es más un viaje de promoción de imagen que de estudio de problemas concretos, se piensa también que Suárez busca aquí un apoyo a su política de cara a la próxima campaña electoral.

El presidente del Gobierno español ha repetido en varias ocasiones queno viene a Estados Unidos a pedir nada, pero no puede ignorarse el eco que tendrá su entrevista con Jimmy Carter a sólo mes y medio de las elecciones españolas.

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Carter no está dispuesto a la injerencia en las elecciones del 15 de junio

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Según manifestaron fuentes norteamericanas cercanas a la Administración Carter, en Washington se cree en estos momentos que la tendencia mayoritaria en la elección del 15 de junio se orientará hacia una «democracia moderada», y así lo habrían confirmado algunos sondeos de opinión. El socialismo del PSOE obtendría, según esta opinión norteamericana, un porcentaje de votos cercano al treinta, mientras que la derecha neofranquista, representada por Alianza Popular, quedaría en un 20 %, como máximo, de los sufragios. En cuanto al Partido Comunista, se piensa en Washington que no sobrepasará el 10 % de los votos. En estas circunstancias, parecería insensato no hacer una consulta limpia, sin manipulaciones, puesto que «de verdad» la mayoría de la opinión no estará radicalizada, sino en posiciones moderadas. Las mismas fuentes norteamericanas, considera n que el actual Gobierno español ha utilizado el fantasma del retorno al franquismo, agitando el peligro de Alianza Popular en provecho propio.

¿En qué medida apoyará Estados Unidos la opción Suárez? La etapa Carter parece menos aficionada a la injerencia que la etapa Nixon-Ford. Este viuje del presidente español a la Casa Blanca y a los centros de poder de Nueva York permitirá ver hasta qué punto Norteamérica abandona opciones concretas de sus aliados para limitarse tan sólo a hablar de grandes coordenadas políticas y económicas. La nueva Administración cree que pronunciarse por nombres y apellidos y por soluciones concretas es, a estas alturas, un juego peligroso.

Jornada Suárez

«El Gobierno de la Monarquía tiene la voluntad de hacer del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales una piedra clave de sus compromisos y de su política», afirmó ayer Adolfo Suárez durante los brindis del almuerzo ofrecido por el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, al presidente del Gobierno español.

El señor Suárez, que unos momentos antes había hecho entrega. de los instrumentos de ratificación por parte española de los pactos sobre derechos humanos de la ONU, dijo también que «traigo el mensaje de una España cada vez más profundamente enraizada en los valores imperecederos del ser humano: libertad y justicia».

En su respuesta al brindis.pronunciado por Waldheim, el presidente Suárez añadió que era portador del mensaje de un «país de gloriosa historia que recobra ahora, bajo la Monarquía, el sentido profundo de la vida de relación internacional, que recupera una vieja, aunque olvidada, conciencia de su papel y de sus posibilidades en el concierto de las naciones».

Respeto y puesta en marcha

Durante la breve ceremonia de entrega de los instrumentos de ratificación de los pactos sobre derechos humanos, el presidente Suárez reafirmó "la trascendencia que el Gobierno de la Monarquía concede al respeto y a la puesta en práctica de unos derechos imprescriptibles e inalienables".

Los pactos internacionales sobre derechos civiles y políticos y sobre derechos económicos, sociales y culturales. fueron firmados por España el pasado 28 de septiernbre, durante la visita a las Naciones Unidas del ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. Las Cortes españolas ratificaron estos pactos el día 15 de marzo y el Rey los firmó el pasado 13 de abril. Ayer, el presidente Suárez hizo entrega de los instrumentos de ratificación en una.sencilla ceremonia que tuvo lugar en la sede de las Naciones Uidas y en presencia del secretario general de esta organización, Kurt Waldheim.

Ratificación de los pactos

La firma y ratificación de los pactos sobre derechos humanos de la ONU significan, según afirmó el señor Suárez, el cumplimiento de una «etapa importante de la relación de mi país con la organizaciónde las Naciones Unidas, en el más pleno cumplimiento de sus propósitos y principios». «Con ello -añadió el presidente-, también se perfecciona la declaración prograinática del Gobierno que presido. En ella se recogía la voluntad del Gobierno de Su Majestad de respetar los derechos tutelados en los pactos."

El presidente Suárez, que tuvopalabras de elogio para los objetivos de la ONU y que expresó el «caluroso apoyo» del Gobierno español a los mismos, así como a la gestión del señor Waldheim al frente de la secretaría general, se refirió a la actual situación política mundial en los siguientes términos:

«La simple ausencia de guerra no constituye una verdadera paz. El carácter ¡ncierto de la paz que v¡virnos proviene de la insuficiente atención prestada a las necesidades profundas de una humanidad doliente. La paz no puede quedar sólidamente establecida mientras subsista la alarmante desviación de recursos hacia fines armamentistas, mientras el hambre y la miseria sean la realidad cotidiana de millones de seres humanos, mientras los derechos humanos y las libertades fundamentales sean letra muerta de textos legales y políticos.»

El jefe del Gobierno español expresó su intención dé desarrollar «todos los esfuerzos que se encuentran a nuestro alcance en pro de una coriatinidad de naciones litires, independientes e iguales, porque afirmamos para nosotros libertad, independencia e igualdad. Y pondremos nuestros mejores trabajos en conseguir una humanidad menos armada, capaz de alcanzar niveles satisfactorios de desarrollo físico y cultural, respetada en la libertad y en la dignidad de sus componentes individuales. Sólo en esas coordenadas será posible una auténtica paz».

La visita del presidente Suárez a las Naciones Unidas fue el acto más destacable políticamente de la apretada jornada que desarrolló en su primer día de estancia en Nueva York. Dos importantes reuniones de tema económico, la visita al rey Hussein y la cena en la residencia del embajador de España en la ONU, a la que asistieron los representantes diplomáticos de los «cinco grandes», completaron lo esencial del programa.

A primera hora de la mañana, el presidente Suárez recibió un diploma de la Universidad de Nueva York y tuvo ocasión de conversar con media docena de profesores universitarios españoles, que trabajan en Norteámerica. El clima del encuentro, fue cordial y según fuentes dignas de crédito el presidente habría expresado su intención de «repatriar» a los intelectuales españoles que, por diversas circunstancias, trabajan en universidades de Estados Unidos.

Después, el señor Suárez se entrevistó en privado con Walter Reston, presidente del consejo de administración del Citibank, sin que trascendiera nada de lo tratado en el encuentro. La reunión con el banquero norteamericano, representante de uno de los más influyentes bancos de este país, habría sido concertada a instancia de éste, según fuentes españolas.

Tras su visita a la sede central de las Naciones Unidas y su almuerzo con Kurt Waldheim, el presidente Suárez mantuvo una reunión con directivos del semanario Time y recibió después a más de una treintena de hombres de negocios norteamericanos con inversiones en España.

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