El clero vasco pide que obispos y sacerdotes renuncien a la paga estatal

Que los obispos y sacerdotes renuncien a la paga estatal en un plazo máximo de seis años; que esas cantidades sean, devueltas al pueblo, del que proceden, y que las necesidades económicas sean atendidas directamente por la comunidad cristiana son las tres exigencias que, de cara a una independencia económica real de la Iglesia, plantea la Coordinadora de Acción Pastoral de las diócesis vascas, que ha reunido en Vitoria a 140 sacerdotes, procedentes de Alava, Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya y Bayona.

En este mismo capítulo de la .independencia económica, la coordinadora entiende que aquellos...

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Que los obispos y sacerdotes renuncien a la paga estatal en un plazo máximo de seis años; que esas cantidades sean, devueltas al pueblo, del que proceden, y que las necesidades económicas sean atendidas directamente por la comunidad cristiana son las tres exigencias que, de cara a una independencia económica real de la Iglesia, plantea la Coordinadora de Acción Pastoral de las diócesis vascas, que ha reunido en Vitoria a 140 sacerdotes, procedentes de Alava, Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya y Bayona.

En este mismo capítulo de la .independencia económica, la coordinadora entiende que aquellos sacerdotes que puedan ejercer un trabajo civil deben vivir de.la remuneración de éste. Solamente acepta la plena dedicación de aquellos cuyo sot~icio a la comunidad se juz-, gue necesario y de los que por razones de edad o enfermedad no puedan emplearse en un trabajo. La coordinadora manifestó su temor ante la posible firma de un concordato de nueva factura que pueda ser elaborado entre las autoridades civiles y eclesiásticas a espaldas del pueblo y de la comunidad.Los sacerdotes reunidos en la capital alavesa abundaron en la necesidad de constituir una provincia eclesiástica vasca, que agrupe a las cinco diócesis citadas, en la línea de la carta dirigida hace algunos meses al Papa, por la propia coordinadora de pastoral y de la petición planteada directamente por algunos obipos. Se insistió asimismo en la necesidad de que la jerarquía asuma la historia del pueblo vasco, su lengua y sus aspiraciones, con una independencia política y económica real.

El problema de las próximas elecciones generales supuso un lugar importante en el debate, y se denunció la posición antimarxista que ha adoptado una parte de la jararquía eclesiástica, «por los efectos negativos que tal actitud comporta para las clases trabajadoras y el pueblo». Acerca de esta cuestión concreta se acordó celebrar unas próximas jornadas de reflexión, en las que se analizará el alcance liberador que pueda tener el mensaje evangélico.

Con vistas a estas próximas elecciones generales, se plantean tres exigencias mínimas para afrontar con plenas garantías democráticas este proceso: amnistía total, legalización de todos los partidos y trato de igualdad para las diferentes opciones políticas.

«Lo que está en juego -añadieron los sacerdotes vascos- es la construcción de una democracia para todos o una seudodemocracia que siga privilegiando, bajo nuevas formas, a las clases altas y a las actitudes centralistas, que han aliogado duranie tanto tiempo a Euzkadi y a las otras nacionalidades del Estado español.

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