El PC francés dispuesto a apoyarla elección directa del Parlamento Europeo

La batalla europea, centrada en el voto del Parlamento por sufragio universal, no estallará en el seno de la izquierda francesa. El domingo el secretario general del PCF, Georges Marchais, aseguró que los comunistas firmarían el proyecto gubernamental si un texto garantizaba los límites del poder de dicho Parlamento. Este paso europeísta del PCF se califica de «histórico», y pone fin a treinta años de oposición a la construcción comunitaria. Su nueva actitud es similar a la de los gaullistas y, en consecuencia, no sería imposible que el presidente de la República, Valery Giscard D´estaing, obt...

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La batalla europea, centrada en el voto del Parlamento por sufragio universal, no estallará en el seno de la izquierda francesa. El domingo el secretario general del PCF, Georges Marchais, aseguró que los comunistas firmarían el proyecto gubernamental si un texto garantizaba los límites del poder de dicho Parlamento. Este paso europeísta del PCF se califica de «histórico», y pone fin a treinta años de oposición a la construcción comunitaria. Su nueva actitud es similar a la de los gaullistas y, en consecuencia, no sería imposible que el presidente de la República, Valery Giscard D´estaing, obtuviese el «consenso nacional» que desea sobre esta cuestión.

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El Partido Comunista «podría considerar» el voto de la ley relativo a la elección del Parlamento Europeo por sufragio universal, si «existiese un compromiso solemne que impidiera a los elegidos poner en entredicho nuestra soberanía e independencia nacionales, es decir, las prerrogativas de nuestra Asamblea Nacional francesa o, lo que es igual, nuestra Constitución». Esta frase del señor Marcháis, ante una veintena de periodistas, en la emisora de radio Europa 1, causó sensación.En vísperas de la reunión en1a «cumbre» de los tres partidos firmantes del «programa común», la cuestión del Parlamento Europeo, con la de las nacionalizaciones, ya se señalaba como el punto de fricción grave», y apariencia irresoluble.

Los socialistas y comunistas, favorables los primeros y contrarios los segundos a la elección del Parlamento Europeo, se manifestaban irreconciliables. El líder del PCF, el pasado 6 de enero, habla exclarnado:_«No cederemos jamás, no transigiremos jamás.» El líder de los socialistas, Frarirpois Mitterrand, había respondido últimamente: «La elección del Parlamento Europeo debe figurar en el «programa común» de manera inequívoca.»

Después de la declaración del señor Marcháis, varios dirigentes socialistas expresaron ayer su satisfacción: «es una evolución muy importante», estimó el alcalde de Marsella y presidente en la Asamblea de los diputados socialistas, Gaston Deffere. A pesar de las limitaciones impuestas por el PCF, el paso franqueado, anteayer se considera suficiente para posibilitar las discusiones que tendrán lugar el próximo mayo, entre los tres líderes de los partidos de la «unión de la izquierda», con objeto de actuafizar el « programa común». El otro punto «negro», relativo a las nacionalizaciones «el PCF desea ampliarlas, contrariamente a lis socialistas), también podría ser objeto de un compromiso. Los tres partidos de la oposición de izquierdas consideran cada día más probable su victoria en las elecciones legislativas, y, de aquí, su esmero en perfilar ante los franceses una coalición coherente, capaz de gobernar.

Al aceptar un Parlamento Europeo, aunque sea con condicion.es, los comunistas galos se alinean con sus colegas «eurocomunistas», italianos y españoles. Durante cerca de treinta años, el PCF había rechazado la construcción europea en nombre de tres peligros que, a sujuicio, implicaba la comunidad: soberanía nacional burlada, miseria y paro organizado. En 1972, cuando firmó el «programa común», al. lado de los socialistas, dio el primer paso al admitir la «realidad» del Mercado Común.

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La nueva evolución europea de los comunistas les.sitúa, prácticamente, al lado de los gaullistas dirigidos por el alcalde de París Jacques Chirac. En efecto, el RPR (Unión por la República) tampoco votará el proyecto de ley gubernamental si éste «añadiese algún poder suplementario al Parlamento Europeo». El presidente de la República, señor Giscard d'Estaing, la semana última, declaró que el Gobierno tomaría las disposiciones necesarias para eludir los referidos «poderes suplementarios» que, a juicio de los comunistas y gaullistas, conducirían a la supranacionalidad.

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