Un silencio que convendría romper

Desde círculos que pudiéramos calificar como suficientemente próximos al señor Areilza, se ofrece al país una versión casi rocambolesca, donde se acumulan términos despectivos habia la adivinada postura del titular de la Presidencia del Gobierno, implicando en ellos a otros grupos ciertamente cercanos, hasta el momento, al menos, al propio «Partido Popular». Otras opiniones, con la ocasional solemnidad concedida por la letra impresa, califican de maniobra provocada la salida política del conde de Motrico y afirman, tajantemente, que se ha conducido a este país a una crisis no sólo imprevisible...

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Desde círculos que pudiéramos calificar como suficientemente próximos al señor Areilza, se ofrece al país una versión casi rocambolesca, donde se acumulan términos despectivos habia la adivinada postura del titular de la Presidencia del Gobierno, implicando en ellos a otros grupos ciertamente cercanos, hasta el momento, al menos, al propio «Partido Popular». Otras opiniones, con la ocasional solemnidad concedida por la letra impresa, califican de maniobra provocada la salida política del conde de Motrico y afirman, tajantemente, que se ha conducido a este país a una crisis no sólo imprevisible días atrás, sino inadinisible, además.Hemos procurado bosquejar el clima de confusión reinante tras el golpe político que ha supuesto el auto-apartamiento del señor Areilza de su partido, pero es necesario reflejar también el hermetismo que rodea al presidente y a la Presidencia del Gobierno, porque ni el señor Suárez ni, por supuesto, ese portavoz que, pese a la reiterada insistencia en los medios de información, sigue sin tener presencia física cerca de las más altas esferas del Gobierno, han arrojado una sola palabra clarificadora, un poco de luz informativa sobre tanta sombra y tanta reticencia.

28 marzo

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