Lucha sin precedentes por el control de la prensa
Las posibilidades de victoria de la izquierda, pero sobre todo el duelo Giscard-Chirac que se concretó tras la actitud violenta con que el antiguo primer ministro presentó su candidatura a la alcaldía de París, desencadenó en este país una lucha sin precedentes por el control de la prensa.
Los medios audiovosiaules, monopolio estatal, han sido, durante la campaña electoral, un campo de batalla a muerte entre partidarios del señor Chirae y los del presidente de la República. El servicio de prensa de éste último, en un hecho inédito hasta hoy, ha presionado a los profesionales ...
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Las posibilidades de victoria de la izquierda, pero sobre todo el duelo Giscard-Chirac que se concretó tras la actitud violenta con que el antiguo primer ministro presentó su candidatura a la alcaldía de París, desencadenó en este país una lucha sin precedentes por el control de la prensa.
Los medios audiovosiaules, monopolio estatal, han sido, durante la campaña electoral, un campo de batalla a muerte entre partidarios del señor Chirae y los del presidente de la República. El servicio de prensa de éste último, en un hecho inédito hasta hoy, ha presionado a los profesionales de cara a las elecciones. El adjuntó al portavoz presidencial, Michel Bassi, no ha negado sus llamadas telefónicas a los periodistas. para explicarles la realidad de los hechos: «Es una operación política -ha comentado- Yo no he dictado artículos a los periodistas. Es un contacto del encargado de prensa del presidente con un profesional ».
Los medios periodísticos parisienses han vivido verdaderas guerras en las páginas de los periódicos entre partidarios de una y otra tendencia de la mayoría. Los informadores de la emisora RTL elevaron una protesta contra las «presiones» oficiales..Por su parte, Unión por la República (PRP), el partido gaullista, denunció «un complot de los medios de información contra Chirac». lino de los dirigentes de este partido, Charles Pasqua, sugirió que «era preferible que nombraran redactorjefe de la televisión a Poniatowski».