Intenso espionaje checoslovaco en Alemania Federal

Un espía checoslovaco vive ahora en Gran Bretaña como refugiado político, según informó ayer el diario londinense Daily Telegraph. Se trata de Svetozar Simko, periodista, de 36 años, que había sido destacado en la República Federal de Alemania por la agencia de noticias de su país. Ayer los servicios de contraespionaje británicos charlaron con Simko para recoger toda la información posible acerca de las actividades que agentes secretos checoslovacos llevan a cabo en Alemania Federal. Al parecer, Svetozar Simko ha revelado que en ese país hay escondido material de todo tipo y de alta...

Un espía checoslovaco vive ahora en Gran Bretaña como refugiado político, según informó ayer el diario londinense Daily Telegraph. Se trata de Svetozar Simko, periodista, de 36 años, que había sido destacado en la República Federal de Alemania por la agencia de noticias de su país. Ayer los servicios de contraespionaje británicos charlaron con Simko para recoger toda la información posible acerca de las actividades que agentes secretos checoslovacos llevan a cabo en Alemania Federal. Al parecer, Svetozar Simko ha revelado que en ese país hay escondido material de todo tipo y de alta precisión, que sirve para que espías como él desarrollen su trabajo en las mejores condiciones. El refugiado ha dicho que, junto con la agencia de inteligencia checoslovaca, se benefician de esas facilidades técnicas otras organizaciones del Este europeo.Según informa el Daily Telegraph, de tendencia conservadora, Simko Ilevaba en la República Federal de Alemania «una doble vida, como la mayor parte de sus compañeros periodistas de los países comunistas». El exiliado le ha contado al periódico inglés cómo se desenvolvía en esa «doble vida». No sólo fue entrenado para llevar adelante sus actividades de espionaje, sino que su mujer recibió también instrucción para fotografiar documentos o bases del ejército alemán.

Parece que lo que destruyó «las ilusiones que le quedaban» a Simko fue la invasión de que fue objeto su país en 1968 por parte de las tropas del Pacto de Varsovia. Desde entonces, sus breves visitas a Gran Bretaña le convencieron de que el país en el que viviría para siempre sería Gran Bretaña, donde igualmente ha conseguido un permiso de residencia como refugiado político.

Simko abandona el servicio secreto checoslovaco en un período en que los espías de su país en Bonn ocupan el 65 % de las listas diplomáticas checoslovacas en la capital alemana.

Según comentarios de fuentes oficiosas, lo que los servicios de inteligencia británicos han obtenido de Simko daña de modo considerable el complejo mundo que habían creado los checoslovacos en la República Federal de Alemania.

La familia Sirnko -su mujer Danielle, de 34 años, y su hijo, Sven, de doce- vive ahora en un lugar secreto del Reino Unido, donde policías británicos someten a Simko a una especie de examen para conocer su historia del espionaje de Praga. Los servicios secretos británicos pasarán su información a los países de la OTAN.

Entre las cosas que Simko le ha revelado, al Daily Telegraph figuran las rivalidades existentes entre los servicios checos de inteligencia militar y civil. Además sostiene que los jefes de los servicios de espionaje citados tienen más poder real en el exterior que el propio embajador al que teóricamente sirven.