Malestar en Mallorca ante la posible construcción de una dársena petrolífera

Una reciente carta, dirigida por el presidente de Campsa, el ex ministro Silva Muñoz, al procurador en Cortes por Baleares, Josep Meliá, sobre la posibilidad de trasladar los actuales depósitos que tiene la citada compañía cerca del palacio de Marivent, lugar de residencia de los Reyes de España durante el verano, a otra zona de la isla, hace pensar que el proyecto de la construcción de la dársena para la descarga de productos petrolíferos y carburantes en la bahía de Palma, cercano a los terrenos del Torrent Gros, es un hecho. Este proyecto, iniciado en el mes de julio de 1975, y que Campsa ...

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Una reciente carta, dirigida por el presidente de Campsa, el ex ministro Silva Muñoz, al procurador en Cortes por Baleares, Josep Meliá, sobre la posibilidad de trasladar los actuales depósitos que tiene la citada compañía cerca del palacio de Marivent, lugar de residencia de los Reyes de España durante el verano, a otra zona de la isla, hace pensar que el proyecto de la construcción de la dársena para la descarga de productos petrolíferos y carburantes en la bahía de Palma, cercano a los terrenos del Torrent Gros, es un hecho. Este proyecto, iniciado en el mes de julio de 1975, y que Campsa presentó a Obras Públicas con un presupuesto de setecientos millones de pesetas, encontró una seria oposición por parte del Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares, diversas asociaciones de vecinos próximas a la zona donde estatia prevista su ubicación.

Ahora parece que Campsa ha dado luz verde a este proyecto, y ya se están formalizando las escrituras públicas de los terrenos y los consiguientes estudios jurídicos para las zonas de servidumbres por donde pasarán los oleoductos que unirán la dársena y la nueva factoría, así como sus enlaces con el aeropuerto y la central termoeléctrica.

De nada parece haber servido la oposición de la población y de las entidades que se mostraron contrarias a ese proyecto e, incluso, propusieron otra alternativa, la de la construcción de un dique en la Estalella, en el término de Llucmajor, fuera de la bahía de Palma, pero sólo distante de la nueva factoría de la Campsa unos veinte kilómetros.

La construcción de la dársena petrolera en el mismo centro de la bahía de Palma parece un hecho consumado, sin que en Madrid hayan querido darse por enterados de los peligros que puede entrañar para la industria turística que tierien en la playa de Palma su mayor concentracion hotelera.

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