La oposición hindú desconfía de Indira Gandhi

Indira Gandhi, primera ministra de la India, anunció el martes por la noche la celebración de elecciones parlamentarias en el mes de marzo. Esta decisión, tan aplaudida como inesperada, plantea una serie de incógnitas cuya aclaración es vital para la oposición.La primera es si el Gobierno está preparado para tolerar una serie de ataques a las rigurosas medidas tomadas en junio de 1975 cuando se declaró el estado de emergencia. Otra cuestión que preocupa a la oposición es hasta qué punto las reformas constitucionales y decretos aprobados durante estos diecinueve meses han cambiado el sistema po...

Indira Gandhi, primera ministra de la India, anunció el martes por la noche la celebración de elecciones parlamentarias en el mes de marzo. Esta decisión, tan aplaudida como inesperada, plantea una serie de incógnitas cuya aclaración es vital para la oposición.La primera es si el Gobierno está preparado para tolerar una serie de ataques a las rigurosas medidas tomadas en junio de 1975 cuando se declaró el estado de emergencia. Otra cuestión que preocupa a la oposición es hasta qué punto las reformas constitucionales y decretos aprobados durante estos diecinueve meses han cambiado el sistema político del país.

Los cuatro partidos principales. que constituyen la oposición han decidido aliarse formando un frente unido, como remota y única posibilidad de derrotar al Partido del Congreso, ya que éste tiene toda clase de ventajas dada la ambigüedad con que se anunciaron las medidas sobre libertad de prensa. Oficialmente no habrá censura, solamente cuando se considere que la información es contraria a la seguridad oficial

Otra incógnita es la de los presos políticos. Aunque la oposición insiste en que son más de 10.000, el Gobierno lo niega rotundamente, pero nunca han concretado su número.

Para la celebración de unas elecciones justas y libres es esencial no sólo que se restauren los derechos civiles de que se vieron privados por el Tribunal Supremo los presos políticos, sino también, que éstos sean puestos en libertad. De otra manera el Gobierno tendrá que enfrentarse con el boicot a las próximas elecciones.