Un refugiado en Estocolmo, acusado de impostor por miembros de ETA

El cuartel general del movimiento vasco en la localidad francesa de San Juan de Luz y Juan María Bandrés, abogado de la organización ETA, han acusado a un refugiado vasco español en Suecia, José Abaitua Gomeza, ex líder de ETA, de ser un impostor y un agente del Gobierno español, informa la agencia «France Press» recogiendo una información facilitada en Estocolmo.

Un individuo que afirma ser el verdadero Gomeza, y corrobora su afirmación con documentos de identidad, se ha presentado en la embajada de Suecia en París y ha entregado al embajador una nota para el ministro sueco de Just...

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El cuartel general del movimiento vasco en la localidad francesa de San Juan de Luz y Juan María Bandrés, abogado de la organización ETA, han acusado a un refugiado vasco español en Suecia, José Abaitua Gomeza, ex líder de ETA, de ser un impostor y un agente del Gobierno español, informa la agencia «France Press» recogiendo una información facilitada en Estocolmo.

Un individuo que afirma ser el verdadero Gomeza, y corrobora su afirmación con documentos de identidad, se ha presentado en la embajada de Suecia en París y ha entregado al embajador una nota para el ministro sueco de Justicia, Sven Romanus.

Las autoridades suecas han abierto una investigación y la policía espera un informe de la Interpol sobre las huellas dactilares del vasco refugiado en Estocolmo. Este, que llegó a Suecia a principios del pasado mes de diciembre con un pasaporte español falsificado, ha declarado que es el verdadero Gomeza, a quien la policía española acusó de ser uno de los responsables del atentado en el que perdió la vida el almirante Carrero Blanco, en 1973. «Decidí abandonar la organización ETA a la muerte de mi esposa en un accidente de coche en junio de 1976 y refugiarme con mi hijo Oscar en Suecia», precisó, continua diciendo la agencia «France Press».

Por su parte, el individuo que se presentó en la embajada de Suecia en París, y que reside en la región de Burdeos, ha afirmado que su esposa está viva y que su hijo se llama Erra. La llegada a Suecia del desconocido al que acusa de impostor lo facilitó en principio cierta seguridad en Francia, según sus afirmaciones, pero las declaraciones de este último a la prensa sueca e italiana, en las que acusa a camaradas presos en España, le han obligado a manifestarse a su vez.

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