Quince mil personas en el entierro del líder obrero Muñiz Zapico

Más de 15.000 personas asistieron ayer tarde en la pequeña localidad de la Frecha al entierro de Juan Marcos Muñiz Zapico, miembro del secretariado general de Comisiones Obreras y del comité central del PCE, muerto en accidente de automóvil el domingo pasado.

A las 4.30 de la tarde se inició el cortejo fúnebre en medio de un impresionante silencio. El ataúd fue llevado a hombros en diversos turnos hasta el cementerio por miembros del secretariado regional de CCOO, comité central del PCE, compañeros del proceso 1.001, integrantes de la dirección del PCE en Asturias, del secret...

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Más de 15.000 personas asistieron ayer tarde en la pequeña localidad de la Frecha al entierro de Juan Marcos Muñiz Zapico, miembro del secretariado general de Comisiones Obreras y del comité central del PCE, muerto en accidente de automóvil el domingo pasado.

A las 4.30 de la tarde se inició el cortejo fúnebre en medio de un impresionante silencio. El ataúd fue llevado a hombros en diversos turnos hasta el cementerio por miembros del secretariado regional de CCOO, comité central del PCE, compañeros del proceso 1.001, integrantes de la dirección del PCE en Asturias, del secretariado nacional de CCOO, miembros de Coordinación Democrática de Asturias y de diversos clubs culturales, así como por metalúrgicos de Talleres Aguinaco de Mieres, donde Muñiz Zapico inició su trabajo en 1957.Al paso del féretro -tres claveles rojos y una insignia del PCE prendida en una bandera roja de CCOO- la multitud allí presente que había hecho un pasillo levantó el puño.

En el acto intervinieron Gerardo Iglesias y Marcelino Camacho por CCOO por su parte, Trini Areces leyó dos telegramas, uno de Santiago Carrillo expresando su dolor y solidaridad, al tiempo que lamentaba no poder estar presente en el acto. Y otro del comité central del PCE. Armando López Salinas dirigió unas palabras en nombre del ejecutivo de dicho partido y cerró las intervenciones el líder asturiano Horacio Fernández Inguanzo.

Un servicio de orden controló la marcha del duelo, que tras detenerse en la capilla de la localidad, donde se celebraron los funerales de cuerpo presente, terminó en el cementerio de Herias, donde Juanín fue enterrado. En la sepultura fueron depositadas las innumerables coronas enviadas por las centrales sindicales y diversos partidos políticos.

Por último, el secretariado de la Confederación Sindical de CCOO reunido en Mieres acordó que la primera escuela sindical de CCOO lleve el nombre de Juan Marcos Muñiz Zapico.

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