Insatisfechas las necesidades sanitarias de San Agustín de Guadalix

La falta de una buena asistencia médica y sanitaria a los pueblos de la provincia, sobre todo a los más pequeños, es una de las características comunes que han salido a la luz en los viajes realizados estas semanas por el presidente de la Diputación Provincial. En los pueblos de la «sierra pobre», lo normal es que un solo médico atienda tres, cuatro o cinco localidades diferentes, a veces separadas entre sí por distancias superiores a los diez kilómetros. En otros, de mayor población, disponen del lujo de un médico permanente, pero sin material de ningún tipo. Un ejemplo claro de esta segunda ...

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La falta de una buena asistencia médica y sanitaria a los pueblos de la provincia, sobre todo a los más pequeños, es una de las características comunes que han salido a la luz en los viajes realizados estas semanas por el presidente de la Diputación Provincial. En los pueblos de la «sierra pobre», lo normal es que un solo médico atienda tres, cuatro o cinco localidades diferentes, a veces separadas entre sí por distancias superiores a los diez kilómetros. En otros, de mayor población, disponen del lujo de un médico permanente, pero sin material de ningún tipo. Un ejemplo claro de esta segunda modalidad lo constituye el doctor Faustino Rodríguez, titular de San Agustín de Guadalix, pueblo situado apenas a 35 kilómetros de Madrid.

San Agustín es uno de los pueblos afortunados. Según expone el doctor Rodríguez, cuenta además con una farmacia y un botiquín municipal en el que hay algunos medicamentos, bombonas de oxígeno y algún instrumental médico. Ocurre, sin embargo, que este material es prácticamente inutilizable por el estado de abandono en el que se encuentra.«Por otra parte -continúa el doctor- la sala en que se guardaba se utiliza ahora sólo cuando hay corridas de toros en el pueblo. Antes, la utilizaba también como sala de consulta, hasta que el alcalde, Mariano Berrocal, me comunicó que tenía que desalojarla porque el Ayuntamiento la necesitaba. No me importó demasiado porque al ser muy pequeña, la espera de los enfermos se hacía en condiciones deplorables en la escalera o en la misma calle, con lo que, -en invierno sobre todo-, el que no iba enfermo enfermaba allí. Ahora paso consulta en mi casa, en la que dispongo de un instrumental mínimo, que he adquirido yo mismo.»

«Esta falta de medios origina tanto molestias como gastos económicos a las familias, que tirnen que desplazarse a los grandes centros de la capital. para cualquier tratamiento que exige un análisis de sangre, por ejemplo.»

- ¿Cómo es que estas situaciones no originan movimientos o actos de protesta por parte de los vecinos?

-Existe un cierto conformismo entre el vecindario. El médico rural no encuentra siempre la necesaria colaboración entre la gente e incluso las autoridades municipales no demuestran demasiada preocupación. Como tampoco existen muchas necesidades, no suele haber incidentes. A veces ocurren, pero sólo en casos muy concretos.

Un vecino nos comentó el caso de un accidente mortal, ocurrido el año pasado. Cuando los familiares vieron el estado de suciedad en que se encontraba el depósito de cadáveres, se negaron rotundamente a dejarlo allí.

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No hay ambulancias en San Agustín de Guadalix. El doctor Rodríguez tampoco la estima imprescindible. «Las pocas emergencias que se dan, las resolvemos llamando a Madrid. o trasladando al paciente en algún coche particular. Además, para que el mantenimiento del vehículo no resultara gravoso, habría que hacer cinco o seis viajes diarios, cosa que es totalmente improbable.»

Tampoco suele darse problema de farmacia. La licenciada que regenta el único establecimiento del pueblo explica que está bien abastecida, y que los pedidos que se hacen se reciben de un día para otro.

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