GENTE

Venancio Marcos

Arremete contra un comentarista de Arriba por haber escrito que el cardenal Tarancón «es el alma de la Iglesia española». «Permita me que le diga -escribe el inverecundo clérigo- que es usted un adulador, un tiralevitas o, como dicen en mi pueblo (con perdón) un lameculos.» Y se re vuelve luego contra su obispo: «Tarancón podrá ser, a mi humildísimo juicio, el cáncer, no el, alma de la Iglesia española.» La Iglesia que preconiza el clérigo Marcos solía aplicar por mucho menos la excomunión ipso facto. E incluso la hoguera....

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Arremete contra un comentarista de Arriba por haber escrito que el cardenal Tarancón «es el alma de la Iglesia española». «Permita me que le diga -escribe el inverecundo clérigo- que es usted un adulador, un tiralevitas o, como dicen en mi pueblo (con perdón) un lameculos.» Y se re vuelve luego contra su obispo: «Tarancón podrá ser, a mi humildísimo juicio, el cáncer, no el, alma de la Iglesia española.» La Iglesia que preconiza el clérigo Marcos solía aplicar por mucho menos la excomunión ipso facto. E incluso la hoguera.

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