El Consejo de Estado condenó el secuestro de su presidente

Con la ausencia del secuestrado Antonio María de Oriol y bajo la presidencia accidental de Luis Jordana consejero presidente de la sección primera, el Consejo de Estado celebró ayer sesión plenaria para dar posesión de sus cargos al consejero nato Eleuterio González, fiscal del Reino y a los consejeros electivos Alberto Martín-Artajo y Baldomero Palomares. Una vez que los nuevos consejeros prestaron el reglamentario juramento y ocuparon sus escaños. el presidente accidental resaltó el clima de angustia que rodeaba la sesión y propuso que constara en acta la protesta del Consejo por el s...

Con la ausencia del secuestrado Antonio María de Oriol y bajo la presidencia accidental de Luis Jordana consejero presidente de la sección primera, el Consejo de Estado celebró ayer sesión plenaria para dar posesión de sus cargos al consejero nato Eleuterio González, fiscal del Reino y a los consejeros electivos Alberto Martín-Artajo y Baldomero Palomares. Una vez que los nuevos consejeros prestaron el reglamentario juramento y ocuparon sus escaños. el presidente accidental resaltó el clima de angustia que rodeaba la sesión y propuso que constara en acta la protesta del Consejo por el secuestro y el deseo de todos de que el incidente termine felizmente para todos propuesta que fue aprobada por unanimidad.

A continuación el nuevo fiscal del Reino, Eleuterio González, aludió a la labor que en distintos cargos, había realizado en colaboración con el presidente secuestrado, lo que, según dijo, hacía más dramáticas su incorporación al Consejo.

Por su parte, el señor Martín-Artajo se refirió al largo periodo de tiempo que había servido al Consejo y agradeció al ministro de la Presidencia su nombramiento como consejero. Añadió que él daba como presente en el acto al señor Oriol y Urquijo, seguro de que su espíritu está entre nosotros.

Finalmente, Baldomero Palomares calificó el secuestro del presidente del Consejo de criminal, atentado a la patria España, y añadió que la respuesta al mismo debe ser la firme actitud de seguir laborando, «afanándonos en la búsqueda de más justicia, más libertad y más paz para todos los españoles».