Violento incidente entre los confinados vascos en Yeu y la policía francesa

El pasado martes se produjo en la isla de Yeu un violento incidente entre los nueve vascos que han sido deportados por el Ministerio francés del Interior y los agentes de las Compañías. Republicanas de Seguridad (CRS) encargados de su vigilancia.

El enfrentamiento se produjo cuando los nueve refugiados pretendían acudir a los funerales por cinco pescadores de la isla que habían perecido en accidente con ocasión de los recientes temporales. Los CRS les obligaron a permanecer en el interior del hotel y a consecuencia de esta insólita prohibición se produjo un enfrentamiento, que termi...

El pasado martes se produjo en la isla de Yeu un violento incidente entre los nueve vascos que han sido deportados por el Ministerio francés del Interior y los agentes de las Compañías. Republicanas de Seguridad (CRS) encargados de su vigilancia.

El enfrentamiento se produjo cuando los nueve refugiados pretendían acudir a los funerales por cinco pescadores de la isla que habían perecido en accidente con ocasión de los recientes temporales. Los CRS les obligaron a permanecer en el interior del hotel y a consecuencia de esta insólita prohibición se produjo un enfrentamiento, que terminara con contusiones y rotura de abundantes cristales.

A las cuatro de la tarde los nueve deportados recibieron autorización para acudir a la comisaría a firmar, como lo vienen haciendo diariamente. Esta salida fue aprovechada para presentar al propio tiempo denuncia contra los CRS por malos tratos.

Los habitantes de la isla conocieron los hechos a los pocos minutos y reaccionaron solidarizándose con los refugiados. La prohibición de asistir a un funeral ha sido considerada como una extralimitación en la misión de vigilancia que corre a cargo de los CRS, y el Sindicato de Pescadores de Yeu ha establecido contactos con otros sindicatos franceses para elevar tina protesta formal por el trato que se da a los confinados.La presencia de una compañía entera de CRS -150 hombres en la isla nunca ha sido bien digerida por sus habitantes, extrañados ante tal despliegue policial para controlar a nueve personas, pero este incidente ha terminado por colocar a la población de la isla contra los agentes.