Muere por falta de asistencia médica

Patrocinio Jiménez, de 41 años, falleció el pasado jueves, día 11, de una peritonitis, cuando se encontraba en su casa. El hecho podría haber sido uno más, si dos horas antes no hubiera sido examinada por personal médico de la Ciudad Sanitaria La Paz, a dónde había sido enviada por el médico que le correspondía, con un volante de ingreso «por un cólico nefrítico, que no cede al tratamiento de espasmolíticos».

Según informó a EL PAIS el marido, Gregorio Agudo,«Patrocinio empezó a encontrarse muy mal, motivo por el que tuvimos que trasladarla urgentemente al hospital de la Seguridad Socia...

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Patrocinio Jiménez, de 41 años, falleció el pasado jueves, día 11, de una peritonitis, cuando se encontraba en su casa. El hecho podría haber sido uno más, si dos horas antes no hubiera sido examinada por personal médico de la Ciudad Sanitaria La Paz, a dónde había sido enviada por el médico que le correspondía, con un volante de ingreso «por un cólico nefrítico, que no cede al tratamiento de espasmolíticos».

Según informó a EL PAIS el marido, Gregorio Agudo,«Patrocinio empezó a encontrarse muy mal, motivo por el que tuvimos que trasladarla urgentemente al hospital de la Seguridad Social 1º de Octubre, dónde pasó la noche del lunes». Tras hacerla, al parecer, dos radiografías y un análisis de sangre, la familia fue avisada durante la mañana del martes, que la enferma no tenía nada. «Nos dijeron que era un cólico de riñón, pero que en tres o cuatro días se le pasaría. Para que se pusiera bien, le dieron unos supositorios y unas inyecciones intravenosas.»Sin embargo, y a pesar del tratamiento, el miércoles de madrugada el marido tuvo que llamar al médico de urgencía ante el estado en que se encontraba- «le dieron Buscapina y nos dijeron que continuara con el tratamiento».

Llamado un médico particular, Enrique Perales, que había atendido a la enferma durante mucho tiempo, aconsejó que fuera internada, motivo por el que su médico de la Seguridad hizo un parte en el que se especificaba que el cólico nefrítico no cedía a los medicamentos usados. «El jueves, con el volante que nos había dado el médico, fuimos a La Paz, ya que en el 1.º de Octubre nos habían dicho que no estaba para ser hospitalizada cuando te hicieron los análisis.»

Allí, y según manifestó la familia, «lo primero que nos dijeron fue que no pertenecía a la Ciudad Sanitaria y que además no había camas. A pesar de todo, a nosotros nos mandaron esperar y a ella se la llevaron arriba».

Veinte minutos después, terminaba el examen médico «yo me fui corriendo a por un taxi para irnos a casa; ya que no la ingresaban; cuando volví, me encontré con que estaba abandonada en el vestíbulo sin nadie del hospital a su lado».

Trasladada a casa, en la calle Santo Domingo, del barrio de La Fortuna, «empezó a ponerse peor, se encontraba muy mal y se ahogaba. Como en La Paz le habían puesto dos inyecciones pensamos que era el efecto de ellas. Dos horas después se moría».

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El acta de defunción, firmada por el médico que acudió a casa de la enferma poco después de su muerte, tenía como causa principal el citado cólico nefrítico y como causa inmediata una peritonitis. «Todavía sigo sin comprender cómo ha podido suceder, es una cosa absurda.»

Aunque no se pudo obtener el nombre del médico que había tratado a la enferma en el hospital 1.º de Octubre, la enfermera jefe comunicó a EL PAIS que el informe realizado era supercorrecto y había sido revisado tanto por el médico jefe de servicio como por el director. «Los hechos, al parecer, centran el fallo en La Paz, ya que los médicos de este hospital tendrían que haber realizado un estudio a fondo y no poner en la calle a alguien tal como había llegado», manifestó el citado médico particular.

Puestos en contacto con la Dirección de la Ciudad Sanitaria La Paz, sólo se pudo obtener la siguiente respuesta: «no tenemos noticias al respecto. No podemos informar ni decirles nada, ya que dependemos de las centrales que son, en definitiva, las que pueden permitirnos dar datos».

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