Preferente atención británica a la política pesquera

Anthony Crosland, ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, manifestó ayer en una rueda de prensa con trescientos periodistas extranjeros que su país, mientras él ocupe la presidencia del Consejo de Ministros de la CEE, pondrá énfasis en la política pesquera y tratará de preservar las riquezas costeras de los países miembros.Anthony Crosland, que es ministro de Exteriores desde que Callaghan llegó al poder, ha dividido, su tiempo entre visitas a países orientales y a la sede del Mercado Común, donde Gran Bretaña ha tenido que dilucidar en los últimos meses su batalla por conservar su ...

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Anthony Crosland, ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, manifestó ayer en una rueda de prensa con trescientos periodistas extranjeros que su país, mientras él ocupe la presidencia del Consejo de Ministros de la CEE, pondrá énfasis en la política pesquera y tratará de preservar las riquezas costeras de los países miembros.Anthony Crosland, que es ministro de Exteriores desde que Callaghan llegó al poder, ha dividido, su tiempo entre visitas a países orientales y a la sede del Mercado Común, donde Gran Bretaña ha tenido que dilucidar en los últimos meses su batalla por conservar su banco pesquero.

Ante los corresponsales extranjeros, en el hotel Savoy de Londres, Crosland describió el papel que va a jugar Gran Bretaña en la presidencia de la CEE. Después contestó a algunas preguntas, entre las que figuró la que le hizo el corresponsal de la agencia oficial portuguesa: «Cuando Portugal estaba en peligro de caer en manos comunistas, después de la revolución -le dijo-, Europa se mostró decidida a acogerlo en la Comunidad. Ahora se le ponen condiciones, cuando ya parece estar seguro para Occidente. ¿Por qué ocurre esto?». El ministro británico, que hizo gala de una gran socarronería diplcimática, contestó que él no estaba de acuerdo con esa interpretación y que Portugal, como Grecia, tendría que pasar por el procedimiento reservado a cualquier país que intente pertenecer a la CEE.

Crosland hablé del «reto» que supone para la Comunidad el tema de su «ampliación». «Condicionará el desarrollo de su política interna y afectará también a su política externa durante lo que queda de siglo». Para Crosland, los problemas que representa la «ampliación» se compensan con las ventajas políticas que este hecho traería consigo, y que «beneficiarían sobre todo al poderío de la democracia europea».

Más adelante indicó que la CEE se empeñará, probablemente muy pronto, en activas negociaciones con España, Irán y Turquía. Sobre los rumores de que quizá él, como ministro de Exteriores, acuda a la conferencia de Rodesia, en Ginebra, Crosland afirmó; «No iré a no ser que mi presencia allí signifique el éxito o el fracaso de las conversaciones».

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