Londres impone derechos "antidumping" al acero inoxidable español
El Gobierno británico ha impuesto unos derechos antidumping del 10 por 100 a las importaciones de acero neto proveniente de España. El Departamento de Comercio indica que la tasa provisional será aplicada durante un período de tres meses, durante los cuales investigará las alegaciones de dumping y en el caso de que éstas resulten justificadas, la tasa provisional será sustituida por unos derechos antidumping más sustanciales.
La Asociación Británica de Productores Independientes de Acero ha hecho una reclamación en la que acusa a las importaciones españolas de d...
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El Gobierno británico ha impuesto unos derechos antidumping del 10 por 100 a las importaciones de acero neto proveniente de España. El Departamento de Comercio indica que la tasa provisional será aplicada durante un período de tres meses, durante los cuales investigará las alegaciones de dumping y en el caso de que éstas resulten justificadas, la tasa provisional será sustituida por unos derechos antidumping más sustanciales.
La Asociación Británica de Productores Independientes de Acero ha hecho una reclamación en la que acusa a las importaciones españolas de dicho material de llegar al Reino Unido a precios más bajos que los equivalentes para los productores británicos. Esta asociación presentó también reclamaciones contra las importaciones de acero procedentes de Suecia, Austria y Japón. No obstante, por ahora, el Departamento británico de Comercio no ha impuesto el recargo antidumping a dichos productos.
La decisión respecto al acero español fue tomada al no prosperar las conversaciones entre industriales españoles y británicos del sector, y en respuesta a preguntas hechas en la Cámara de los Comunes sobre las acusaciones de dumping en el caso de los aceros especiales, según informó Michael Meacherc, subsecretario parlamentario de Estado para el Comercio.
La medida -que afecta a la importación de todos los tipos, formas y tamaños de barras y bolas de acero inoxidable procedentes de España responde a la determinación del Gobierno laborista de imponer controles selectivos a la importación, sin ceder a las presiones de la izquierda del laborismo sobre disposiciones generales de control. Asimismo, la decisión responde al objetivo de proteger la industria británica del acero.