Faltan cerca de 100.000 plazas escolares

Los puestos escolares de carácter estatal que existían en el curso 1975-76 en Madrid eran 198.703, según el Ministerio de Educación y Ciencia, en los que se incluye enseñanza preescolar, educación general básica y educación preescolar. A ellos habría que añadir los 414.866 puestos no escolares, para llegar a la cifra de 613.569 puestos escolares en la ciudad durante ese mismo período. Este año, el aumento registrado en el número de plazas escolares para la zona, en lo que se refiere a enseñanza estatal, es de 14.880 puestos, divididos en 372 unidades de EGB.Por su parte, los censos de població...

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Los puestos escolares de carácter estatal que existían en el curso 1975-76 en Madrid eran 198.703, según el Ministerio de Educación y Ciencia, en los que se incluye enseñanza preescolar, educación general básica y educación preescolar. A ellos habría que añadir los 414.866 puestos no escolares, para llegar a la cifra de 613.569 puestos escolares en la ciudad durante ese mismo período. Este año, el aumento registrado en el número de plazas escolares para la zona, en lo que se refiere a enseñanza estatal, es de 14.880 puestos, divididos en 372 unidades de EGB.Por su parte, los censos de población, en el año 1975, referidos a edades comprendidas entre los dos y los trece años, arrojaban la cifra de 708.721 niños en Madrid. Calculando el promedio anual de aumento de la población, este año habrá en Madrid una población infantil cercana a los 723.382 niños.

La suma de cifras totales puede no ser válida a la hora de las estadísticas fiables para la ejecución de planes de construcción de centros de enseñanza, pero la realidad es que, según estos datos, el déficit ronda los 95.133 plazas escolares. Sin embargo, despreciando la educación preescolar, esto es, la correspondiente a edades no contempladas en la Ley General de Educación -lo que supone no contabilizar a 245.866 niños- en Madrid aún sobran plazas escolares contabilizadas de modo absoluto.

«A lo que nos obliga la ley es a cubrir los puestos escolares dentro de la escolarización obligatoria. A ello nos tenemos que dedicar", comentó el ministro de Educación durante la visita de ayer a los colegios de Madrid. Pero, aun contando con que, en el cómputo general de las plazas escolares en Madrid, la preescolar no se integra en la escolarización obligatoria, el reparto de las plazas existentes para la enseñanza general básica no se ajusta a la realidad. De esta forma, puede existir un gran excedente de plazas escolares en un determinado curso de EGB, en tanto que faltan, y muchas, en otro.

A ello se le puede unir la calidad de la enseñanza que reciben los niños de una gran ciudad, al estilo de Madrid. Su posible deficiencia no viene dada, en la mayoría de los casos, por la categoría profesional de los maestros -ahora profesores de EGB- dedicados a ella, sino por el medio en que ésta se desarrolla. El respiro que supone para la enseñanza oficial la existencia de innumerables centros privados viene, en muchos casos, a llevar a los alumnos de EGB a unos centros en los que las condiciones mínimas para su desarrollo no se vienen a cumplir. Los casos como los de ausencia de un simple gimnasio, de un comedor, son corrientes. Pero tal vez lo más corriente es que los niños no puedan disponer ni de un simple patio para su recreo diario y éste haya de desarrollarse en el descampado más próximo o en la plaza pública prevista para otros fines.

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