Los caprichos de las embarazadas

Ante la noticia aparecida en su periódico, que recoge el texto de la homilía de monseñor Suquia, arzobispo de Santiago de Compostela, que se refiere a los hechos acaecidos en Madrid el día 27 de septiembre.Hacemos constar que nos sentimos plenamente identificados con la repulsa que en ella se hace de los «elementos incontrolados» de extrema derecha.

Pero queremos mostrar nuestro asombro y disconformidad en lo que se refiere al trato dado a la mujer, y concretamente a la mujer embarazada: «... pedimos que se corten de raíz los excesos de elementos incontrolados, ...

Ante la noticia aparecida en su periódico, que recoge el texto de la homilía de monseñor Suquia, arzobispo de Santiago de Compostela, que se refiere a los hechos acaecidos en Madrid el día 27 de septiembre.Hacemos constar que nos sentimos plenamente identificados con la repulsa que en ella se hace de los «elementos incontrolados» de extrema derecha.

Pero queremos mostrar nuestro asombro y disconformidad en lo que se refiere al trato dado a la mujer, y concretamente a la mujer embarazada: «... pedimos que se corten de raíz los excesos de elementos incontrolados, que son como mujeres embarazadas que se mueven siempre en función de sus caprichos personales». Creemos que esta insólita comparación no guarda ninguna relación con la realidad, además de ofender a todas las mujeres.

En dicho párrafo no sólo se compara a las mujeres con los tristemente célebres «elementos incontrolados», sino que se presupone el hecho de que el estar embarazadas convierte a las mujeres en seres irresponsables y caprichosos. De esta forma, se olvidan los miles de mujeres, que por el hecho de serlo, se ven sometidas a una doble explotación: por un lado realizar las ocho horas de jornada laboral cuando no más, y por otro, tienen a su cargo todas las diarias tareas domésticas.

y otras firmas

Vocalía de la Mujer

Asociación de Vecinos del barrio Tetuán