También Italia pedirá ayuda al Fondo Monetario Internacional

El Gobierno Andreotti se encuentra angustiado, asediado por una situación monetaria que con la crisis del franco francés y la salud escandalosa del marco alemán se agrava progresivamente para la lira y la libra. El martes pasado se pagaron 852,75 liras por un dólar, y el Banco de Italia se vio obligado a gastarse 50 millones de dólares. A fin de contener los efectos negativos de la liquidez en la balanza de pagos ha obligado a pagar a los bancos el 0,50 por 100 de sus depósitos lo que supone 530.000 millones de liras.El ministro, Stammati en la reunión de Manila, insistirá para que el Fondo Mo...

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El Gobierno Andreotti se encuentra angustiado, asediado por una situación monetaria que con la crisis del franco francés y la salud escandalosa del marco alemán se agrava progresivamente para la lira y la libra. El martes pasado se pagaron 852,75 liras por un dólar, y el Banco de Italia se vio obligado a gastarse 50 millones de dólares. A fin de contener los efectos negativos de la liquidez en la balanza de pagos ha obligado a pagar a los bancos el 0,50 por 100 de sus depósitos lo que supone 530.000 millones de liras.El ministro, Stammati en la reunión de Manila, insistirá para que el Fondo Monetario Internacional dé a Italia la alicuota del medio millón de dólares que le corresponde. También Italia ha llamado a la puerta de Europa, pidiendo la prórroga de seis meses del depósito previo infructífero del 50 por 100 sobre las exportaciones, con que se aventaja el export italiano, se frena el volumen de importaciones del MEC, reabsorbiendo así una parte de liquidez monetaria. Se le ha concedido, pero con condiciones restrictivas.

No le será fácil al Gobierno pasar de una tradicional política inflacionista a una política de finanza real de los gastos, como promete e intenta, por más que el comité interministerial de precios trate de aumentar los precios de correos, ferrocarriles, medicinas y abonos. Sigue siendo un problema clave la limitación del consumo de energía y aunque se piense seriamente en limitar el consumo de gasoil para calefacción, el Gobierno no se ha atrevido a racionar la gasolina, prometiendo solamente un Libro blanco al Parlamento.

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