Lamentable

Que España está subdesarrollada deportivamente, salvo los casos aislados de siempre, es algo que se comprueba una vez más en Montreal. Sin embargo, el que a nivel de practicantes estemos así no quiere decir, ni mucho menos, que ocurra lo mismo a nivel de aficionados. Pues bien, RTVE parece olvidar esto una vez más de una forma olímpica, valga en este caso la palabra. Ayer, sin ir más lejos. ¡Cuántos españoles aficionados al deporte, al gran deporte de unos Juegos Olímpicos, hubieran deseado vivir en San Sebastián, o en cualquier ciudad cercana a la frontera francesa para poder presenciar compl...

Que España está subdesarrollada deportivamente, salvo los casos aislados de siempre, es algo que se comprueba una vez más en Montreal. Sin embargo, el que a nivel de practicantes estemos así no quiere decir, ni mucho menos, que ocurra lo mismo a nivel de aficionados. Pues bien, RTVE parece olvidar esto una vez más de una forma olímpica, valga en este caso la palabra. Ayer, sin ir más lejos. ¡Cuántos españoles aficionados al deporte, al gran deporte de unos Juegos Olímpicos, hubieran deseado vivir en San Sebastián, o en cualquier ciudad cercana a la frontera francesa para poder presenciar completa la quinta jornada de atletismo!El ciudadano francés, menos trasnochador que el español, se ha podido quedar día tras día delante de su televisión, bien por TFL o A2, para ver los Juegos Olímpicos hasta las dos y pico de la mañana desde su comienzo. En directo o en diferido, se ha pensado y programado según los acontecimientos.

RTVE, cuando ayer nos dejó sin las finales de 200 metros femeninos y la de 3.000 obstáculos, con el español Campos en liza, no dio ni la más mínima explicación. Pareció que a esas horas a nadie le podía interesar.

Mejor suerte tienen las transmisiones de los torneos veraniegos de fútbol.