Sin acuerdo en la compañía de Coches Cama

La reunión celebrada ayer en el Sindicato Nacional de Transportes de Madrid entre la parte social y la económica de la compañía internacional de Coches Cama para negociar el séptimo convenio colectivo, terminó sin acuerdo, al no ceder ninguna de las dos partes de sus posturas iniciales.Da plataforma reivindicativa presentada por los trabajadores incluye un aumento lineal de diez mil pesetas, el establecimiento de un plus de transporte no inferior a las 2.000 pesetas, la nacionalización de la empresa o participación mayoritaria del capital social por parte del Instituto Nacional de Industria o ...

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La reunión celebrada ayer en el Sindicato Nacional de Transportes de Madrid entre la parte social y la económica de la compañía internacional de Coches Cama para negociar el séptimo convenio colectivo, terminó sin acuerdo, al no ceder ninguna de las dos partes de sus posturas iniciales.Da plataforma reivindicativa presentada por los trabajadores incluye un aumento lineal de diez mil pesetas, el establecimiento de un plus de transporte no inferior a las 2.000 pesetas, la nacionalización de la empresa o participación mayoritaria del capital social por parte del Instituto Nacional de Industria o cualquier otra empresa paraestatal, la jubilación voluntaria a los sesenta años con el noventa por ciento de retribución salarial y la forzosa a los 63 con el cien por cien, un mes de vacaciones para todo el personal y ayuda escolar de mil pesetas mensuales para cada hijo.

La empresa, por su parte, anunció que atender las actuales peticiones de los trabajadores, supone para la empresa un desembolso de 1.538 millones de pesetas, a los que habría que sumar los 217 millones del costo de la Seguridad Social, que implicaría un gasto anual de 2.386 millones de pesetas, «mientras que los ingresos de la compañía fueron el pasado año, por todos los conceptos, de 1.665 millones». Asimismo, anunció que la contraoferta empresarial en cuestión de salarios se reduce a un incremento acorde con el aumento del índice del coste de la vida, más un seis o siete por ciento.

Al terminar la reunión, la representación social se entrevistó con el ministro de Relaciones Sindicales, al que le explicó el alcance del conflicto y la necesidad de nacionalizar la empresa como única salida satisfactoria para sus problemas. El ministro prometió estudiar sus peticiones pero declaró que no iniciaria ningún trámite hasta que no se restablezca la normalidad laboral.

Mientras la citada comisión permaneció reunida, unos mil doscientos trabajadores de la compañía se concentraron en asamblea frente a la Delegación provincial de Sindicatos, para presionar sobre la parte económica en las negociaciones del convenio y para protestar por «la serie de noticias erróneas que se han difundido en algunos medios informativos, en las que se falsea la situación real del conflicto», según informan fuentes laborales.

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