La recuperación económica, a bajo ritmo

La industria francesa está bajo el signo de la recuperación, aunque el relanzamiento económico haya aminorado su ritmo.La industria básica, la última en ser alcanzada por el nuevo impulso, está en disposición de aumentar la producción y de reanimar a otros sectores de la industria.

En el campo de los bienes de inversión, la actividad se mantiene a un nivel satisfactorio, aunque no se pueda hablar de una verdadera reactivación. En muy pocos casos se aprovechan al máximo las capacidades máximas de producción, ello tal vez se deba a la escasez de obreros especializados.

En el campo ...

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La industria francesa está bajo el signo de la recuperación, aunque el relanzamiento económico haya aminorado su ritmo.La industria básica, la última en ser alcanzada por el nuevo impulso, está en disposición de aumentar la producción y de reanimar a otros sectores de la industria.

En el campo de los bienes de inversión, la actividad se mantiene a un nivel satisfactorio, aunque no se pueda hablar de una verdadera reactivación. En muy pocos casos se aprovechan al máximo las capacidades máximas de producción, ello tal vez se deba a la escasez de obreros especializados.

En el campo de los bienes de consumo, la demanda se ha reanimado y se podrá mantener a un alto nivel.

La recuperación económica en Francia se hizo relativamente pronto si la comparamos con otros países europeos. Los impulsos surgieron del interior y todavía hoy en día se puede percibir cierta resistencia del extranjero a efectuar pedidos, de manera que las importaciones se han desarrollado considerablemente, pero no las exportaciones.

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La recuperación del mercado de trabajo, aunque lenta, proporciona al Gobierno una mayor libertad de movimiento en el terreno de la política económica.

Después de que en el pasado año se tuvieran que incluir en el presupuesto los grandes déficit, se quiere volver ahora a una administración equilibrada y limitar la expansión de la circulación del dinero.

Los problemas que tiene que resolver el Gobierno son difíciles, ya que los sindicatos no parecen mostrar demasiada comprensión con los intentos de limitar la subida de precios y salarios.

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