Los presos políticos de Checoslovaquia, sin estatuto propio

A través del Comité Internacional contra la represión, formado el 23 de abril pasado nos llega la carta que los familiares de cinco militantes checoslovacos de la oposición han dirigido al presidente y secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia, Gustav Husak, para protestar por las condiciones en que se encuentran sus familiares detenidos.Se trata de los militantes de oposición al actual régimen de Praga, Milan Huebl, ex rector de la escuela de mandos del PC de Checoslovaquia; Jeri Mueller, ex líder estudiantil; Antonin Rusek; Jaroslav Sabata, ex responsable del Partido Comunis...

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A través del Comité Internacional contra la represión, formado el 23 de abril pasado nos llega la carta que los familiares de cinco militantes checoslovacos de la oposición han dirigido al presidente y secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia, Gustav Husak, para protestar por las condiciones en que se encuentran sus familiares detenidos.Se trata de los militantes de oposición al actual régimen de Praga, Milan Huebl, ex rector de la escuela de mandos del PC de Checoslovaquia; Jeri Mueller, ex líder estudiantil; Antonin Rusek; Jaroslav Sabata, ex responsable del Partido Comunista en la ciudad de Brno y el historiador, Jean Tesar, todos ellos comprometidos en la línea liberalizadora de Dubcek y opuestos al sistema político actual de Checoslovaquia.

En la carta, firmada por 12 familiares de los detenidos, se dice que la detención de los cinco militantes de la oposición «transgrede la Convención Internacional sobre derechos cívicos y políticos, la Constitución de la República Socialista de Checoslovaquia y la ley sobre modalidades de la detención».

En la carta dirigida a Husak se mencionan las condiciones de su encarcelamiento «en pequeñas celdas de 2 metros por 4, continuamente con otro detenido, casi siempre un preso de derecho común». En el texto se quejan de las malas condiciones higiénicas de las cárceles y denuncian la explotación que se hace del trabajo de los detenidos. A la vez, se denuncia el hecho de que no sean reconocidos como «presos políticos» y estén sometidos a la «tortura de un aislamiento intelectual», no pudiendo consultar libros extranjeros ni tomar notas de las escasas publicaciones que pueden leer.

El propio Comité contra la represión manifestó desde el momento de su creación que uno de sus objetivos era lograr la libertad de los cinco militantes checos. El Comité, con sede en París, se ocupa de las violaciones de los derechos cívicos tanto en los países del Este como en Latinoamérica.

Por otra parte, la revista Listy, órgano informativo de la llamada Oposición socialista checoslovaca, en su número 2 del pasado mes de abril, publica dos informaciones breves sobre dos personajes de posiciones políticas diversas.

En la publicación se dice que Alexander Dubcek está sometido a una intensa vigilancia por parte de la policía, que le acompañó a la boda de una sobrina e incluso no le pierde de vista cuando el ex secretario del Partido Comunista checoslovaco durante la «primavera de Praga visita al médico.

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Listy denuncia las actividades pasadas del actual decano de la FacuItad de Periodistas de Praga, Miroslav Hladky, que fue agente de !as SS de Skorzeny y condecorado con el águila de Wenceslas por su lucha contra los bolcheviques.

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