GENTE

Grace de Mónaco,

norteamericana al fin y al cabo, se come un hot dog o perro caliente sin respeto alguno para el protocolo, mientras, mezclada democráticamente con toda la multitud que puede caber en la cubierta de un portaaviones tan gigantesco como el Forrestal, espera que se inicien las ceremonias del bicentenario USA....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

norteamericana al fin y al cabo, se come un hot dog o perro caliente sin respeto alguno para el protocolo, mientras, mezclada democráticamente con toda la multitud que puede caber en la cubierta de un portaaviones tan gigantesco como el Forrestal, espera que se inicien las ceremonias del bicentenario USA.

Archivado En