Miembro de ETA, condenado a 18 años por incendiar una librería

Francisco Javier Aya Zulaica, conocido miembro de ETA, ha sido condenado en rebeldía por el Tribunal de Orden Público a dieciocho años de reclusión menor, como autor de un delito de terrorismo, consistente en haber incendiado en el año 1973 una librería en Galdácano (Vizcaya). Por el mismo hecho también ha sido condenado a catorce años José Miguel Retolaza, de 24 años de edad.Los hechos ocurrieron a últimas horas del día 8 de agosto de 1973. Los dos procesados, el primero condenado con anterioridad por asociación ilícita y tenencia de armas y el segundo sin antecedentes penales, provistos de b...

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Francisco Javier Aya Zulaica, conocido miembro de ETA, ha sido condenado en rebeldía por el Tribunal de Orden Público a dieciocho años de reclusión menor, como autor de un delito de terrorismo, consistente en haber incendiado en el año 1973 una librería en Galdácano (Vizcaya). Por el mismo hecho también ha sido condenado a catorce años José Miguel Retolaza, de 24 años de edad.Los hechos ocurrieron a últimas horas del día 8 de agosto de 1973. Los dos procesados, el primero condenado con anterioridad por asociación ilícita y tenencia de armas y el segundo sin antecedentes penales, provistos de bidones que contenían alrededor de veinticinco litros de gasolina, penetraron en la librería Cervantes, situada en el número 40 de la calle Juan Bautista Uriarte, de Galdácano y, tras encañonar con las armas que portaban al personal, rociaron el suelo del local con el combustible. Después, arrojaron un artefacto explosivo que, al estallar, produjo la ignición del líquido. El fuego se extendió por el establecimiento, que ardió en gran parte, ocasionándose daños valorados en un millón ochocientas mil pesetas.

El Tribunal de Orden Público ha estimado que los hechos constituyen un delito de terrorismo, por cuanto que los procesados, «movidos -por un común propósito de atentar contra la seguridad interior del Estado y el orden constituido, al propio tiempo que el de atemorizar y causar alarma a los habitantes de la población de Galdácano, ejecutaron los actos descritos».

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