Francia: la derecha respira y la izquierda se felicita

«ltalia en punto muerto», «Italia en un callejón sin salida», «Una vida política bipolarizada»:como en el resto de Occidente, los franceses, que habían seguido con enorme interés «unas elecciones que jamás nos han sido menos extrañas», comprueban que los resultados no han resuelto claramente, en ningún sentido, el porvenir inmediato.La derecha ve en el mantenimiento de la Democracia Cristiana, «un respiro, gracias al retraso de la llegada al poder de los comunistas». En los medios próximos al Gobierno se afirma que las urnas italianas han confirmado que «el centrísmo responde a las aspirac...

«ltalia en punto muerto», «Italia en un callejón sin salida», «Una vida política bipolarizada»:como en el resto de Occidente, los franceses, que habían seguido con enorme interés «unas elecciones que jamás nos han sido menos extrañas», comprueban que los resultados no han resuelto claramente, en ningún sentido, el porvenir inmediato.La derecha ve en el mantenimiento de la Democracia Cristiana, «un respiro, gracias al retraso de la llegada al poder de los comunistas». En los medios próximos al Gobierno se afirma que las urnas italianas han confirmado que «el centrísmo responde a las aspiraciones de electorado» El ministro de Justicia, Jean Lecanuet, no duda en asegurar que «con los comunistas, Italia hubiera ido hacia la catástrofe».

En la oposición de izquierdas, los comunistas se felicitan del progreso del PCI y subrayan que, «en lo sucesivo, a Italia no le será posible gobernar sin la participación de más de una tercera parte del país». El Partido Socialista, por boca de su portavoz, señor Estier, opina: «El principal vencedor es el partido de Enrico Berlinguer. Nosotros saludamos este éxito, conseguido a pesar de la formidable campaña de la derecha contra él y a pesar de las intervenciones del Vaticano. La Democracia Cristiana se mantiene al recuperar los votos de la extrema derecha. Un nuevo Gobierno estable tendrá que formarse con una mayoría que tenga en cuenta el deslizamiento hacia la izquierda de las fuerzas populares.»

La opinión más independiente y objetiva, de una manera bastante general, estima que «Italia seguirá siendo ingobernable mientras la Democracia Cristiana no se decida a una confrontación real con comunistas y socialistas». Pero, a corto plazo, «Italia se encuentra en un callejón sin salida», dice también el independiente, Le Quotidien de Paris, que como gran parte de los obervadores comenta: «Por un lado, el partido más desacreditado, más desgastado por el poder y más corrompido, progresa. Por el otro, el partido que ha renunciado a la mayor parte de sus dogmas, no consigue el éxito suficiente para llegar al poder. »