Inquietud entre transportistas y fabricantes de vehículos pesados

La alarma que se está produciendo entre los transportistas y los fabricantes de vehículos pesados, ante la tardanza del Ministerio de Obras Públicas en dar a conocer el cupo de autorizaciones de transporte de mercancías para el segundo semestre del presente año, y los criterios aplicables a su otorgamiento, sigue en los últimos días una línea ascendente, hasta el punto de motivar una serie de quejas por parte de los organismos competentes en la materia.De acuerdo con la orden ministerial de contingentación para 1976 de las tarjetas de transporte, antes del día 1 de julio se daría a conocer el ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La alarma que se está produciendo entre los transportistas y los fabricantes de vehículos pesados, ante la tardanza del Ministerio de Obras Públicas en dar a conocer el cupo de autorizaciones de transporte de mercancías para el segundo semestre del presente año, y los criterios aplicables a su otorgamiento, sigue en los últimos días una línea ascendente, hasta el punto de motivar una serie de quejas por parte de los organismos competentes en la materia.De acuerdo con la orden ministerial de contingentación para 1976 de las tarjetas de transporte, antes del día 1 de julio se daría a conocer el cupo autorizado. Sin embargo, a pocos días de alcanzar la fecha señalada, todavía se desconoce el número de autorizaciones, lo cual afecta de forma grave a la planificación de la producción de los fabricantes de vehículos, que se ven obligados a realizar dicha previsión sin antelación suficiente, lo cual resulta un factor distorsionante más de los muchos que está atravesando el subsector de vehículos pesados, cuyas ventas han descendido en los cuatro primeros meses. La opinión del sector, según fuentes allegadas a éste, es que, por otra parte, la diversidad de las políticas y criterios de los diferentes delegados provinciales, frenan la concesión de las tarjetas, con argumentos que a veces parecen contrapuestos a los principios económicos últimamente anunciados por el Gobierno. Igualmente, las quejas de los transportistas giran en torno a la necesidad de planificar y uniformar el criterio de la Administración a la hora de conceder las tarjetas de transporte, cuyo número -dicen- en función de los síntomas de reactivación de nuestra economía, no debería ser inferior para este segundo semestre a las otorgadas para el primero de este año.

En cualquier caso, la política de la Administración de contingentar la concesión de tarjetas de transporte, según fuentes consultadas, como lo demuestra la experiencia, no soluciona la problemática del transporte, sino que se hace necesario el enfrentarse de forma decidida con un planteamiento general de soluciones a través de una nueva ley de Transportes.

Archivado En