Marruecos arrasa en las gradas de Qatar: “Hoy juega mamá contra papá”
La proporción de aficionados en el estadio y los alrededores era casi de 10 a 1 a favor de Rabat, aunque muchos, nacidos en España, confesaban tener el “corazón partido”
“Tenemos el corazón dividido. Hoy juega mamá contra papá, aunque mamá siempre tira más”, decía, antes del partido, en el estadio Education City, un hombre con la camiseta de Marruecos y una bandera española, acompañado de otros cuatro amigos con el mismo uniforme. ...
“Tenemos el corazón dividido. Hoy juega mamá contra papá, aunque mamá siempre tira más”, decía, antes del partido, en el estadio Education City, un hombre con la camiseta de Marruecos y una bandera española, acompañado de otros cuatro amigos con el mismo uniforme. “Somos marroquíes nacidos en España y aunque la sangre tira siempre un poco más, sentimos que tenemos dos equipos en octavos. Que gane el mejor y que viva Padrique. Padrique siempre por delante”. En el grupo había dos fruteros, el dueño de un restaurante y el trabajador de una empresa de mudanzas. Habían “vaciado la hucha” para ver “un partido histórico”.
Ganó mamá. Y se la oyó mucho más durante todo el partido. La proporción de aficionados de Marruecos y España era de 10 a 1 favorable a los marroquíes, que se hicieron notar en el estadio desde mucho antes del inicio del encuentro. Cuando la selección española saltó al campo para calentar, un enorme abucheo enterró el Qué viva España de Manolo Escobar que sonaba por megafonía. La comunidad marroquí residente en Qatar es mayor que la española y también se desplazaron muchos más marroquíes hasta el emirato. La noche anterior la policía tuvo que acudir al hotel donde se concentraba la selección africana porque una multitud se había aglomerado en la puerta con la esperanza de conseguir alguna entrada y un hombre se fue con un manojo de pasaportes y la promesa de traérsela.
“De españoles debemos estar la familia, los amigos y 300 más”, se quejaba Juan Bravo, menorquín, de 63 años. “En cambio, está lleno de marroquíes y creo que es porque en Europa han hecho muy mala publicidad de Qatar con el tema este de los derechos humanos. Yo soy apolítico”, añadía. Este es su sexto mundial, viaja solo y se dejó 480 euros en una entrada para el España-Alemania.
Al salir, los españoles admitían que “dolía más” caer eliminado ante Marruecos, el país vecino, la pieza más delicada de la política exterior. También al revés la victoria contra España parecía un doble triunfo.
Fermín y su hijo Nacho, que viajaron desde Barcelona para apoyar a La Roja primero ante Japón y ayer ante Marruecos, fallaron esta vez. “Hemos venido porque somos un talismán. La última vez que fuimos a un Mundial, en 2010, España quedó campeona”. Eran conscientes de que estaban en clara minoría: “Hay muy pocos aficionados españoles y la mayoría falsos”, se quejaba Fermín. Antes de jugar a la lotería de los penaltis, los jugadores de Marruecos hicieron un pequeño gesto hacia las gradas y el estadio entero se puso en pie para animarlos. Luis Enrique pidió entonces lo mismo, agitando sus largos brazos en el aire, pero los españoles estaban en casa.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre el Mundial de Qatar