Anthony Zambrano logra una histórica plata para el atletismo colombiano
El velocista de La Guajira consigue en los 400 metros planos la cuarta presea para Colombia en estos Juegos Olímpicos
Colombia puede presumir de una medalla olímpica en las pruebas de velocidad del atletismo, un logro al alcance de pocos países. El carismático Anthony Zambrano, quien llegó a Tokio como subcampeón mundial, se confirmó este jueves como una estrella en ascenso al colgarse también la plata en los 400 metros planos, la vuelta completa a la pista que tanto prestigio conlleva, por detrás del bahameño Steven Gardiner.
Gardiner, campeón mundial vigente, recorrió la pista del Estadio Olímpico en 43,85 segundos, mientras que Zamb...
Colombia puede presumir de una medalla olímpica en las pruebas de velocidad del atletismo, un logro al alcance de pocos países. El carismático Anthony Zambrano, quien llegó a Tokio como subcampeón mundial, se confirmó este jueves como una estrella en ascenso al colgarse también la plata en los 400 metros planos, la vuelta completa a la pista que tanto prestigio conlleva, por detrás del bahameño Steven Gardiner.
Gardiner, campeón mundial vigente, recorrió la pista del Estadio Olímpico en 43,85 segundos, mientras que Zambrano aceleró en la parte final, fiel a su fama de rematador explosivo, para superar rivales y cruzar la meta en 44,08, por delante del granadino Kirani James, que observaba con preocupación, impotente, cómo lo rebasaba en los últimos metros. Los entendidos valoran el esfuerzo sostenido que requieren los 400 metros, pues combinan la explosión de los 100 metros con la estrategia de distancias más largas.
“Esto me sabe a oro porque es un camino muy largo, culebrero y con muchas cosas”, reaccionó el velocista que entusiasmó a su país y dedicó el triunfo a su mamá, Miladis Zambrano, que estaba de cumpleaños. “Plata que sabe a oro puro lleno de bendiciones y de amor”, coincidió ella en los festejos que cubrió la prensa colombiana desde su casa de Soledad, parte de la zona metropolitana de Barranquilla. “Sigo siendo un modelo para la nueva generación”, reivindicó el atleta, que había convertido el podio olímpico en una obsesión.
Zambrano (Maicao, 23 años) ha refrendado los buenos presagios que lo antecedían como la mejor carta de Colombia en los Juegos Olímpicos. Fue subcampeón en el Mundial de Doha de 2019, el mismo año en que obtuvo el oro panamericano, y en las fases clasificatorias derrochó autoridad. En la semifinal, en particular, batió el récord sudamericano con 43,93 segundos, el segundo mejor tiempo de todos los competidores en esa fase, detrás del granadino James.
“Llegar hasta una final olímpica ha sido un camino muy duro. Un viaje lleno de curvas, espinas y dolores. Pero también un trayecto donde descubrí que, con fe, determinación y resiliencia, uno siempre puede sacar su mejor versión”, había escrito entonces en sus redes sociales, pues no había atendido a la prensa para concentrarse en su preparación.
Zambrano nació en 1998 en Maicao, en el desértico departamento de La Guajira, fronterizo con Venezuela, uno de los más pobres y olvidados de Colombia, de donde también es originario Luis Díaz, la gran figura de la selección colombiana de fútbol en la reciente Copa América de Brasil y revelación del torneo. De origen muy humilde, creció sin su padre en Barranquilla, la gran urbe del Caribe, donde trabajó como mecánico, pintor, albañil y bicitaxista para ganarse la vida, como ha contado con orgullo. “Siempre que salgo a correr pienso de dónde soy, de dónde vengo, cómo llegué a esto”, le ha dicho a la organización de los Juegos.
La del velocista guajiro es la cuarta medalla en atletismo que suma Colombia en su historia olímpica, y la primera de un hombre. Otro 5 de agosto de hace exactamente 29 años, cuando Zambrano no había nacido, Ximena Restrepo abrió el camino, al conseguir el bronce en los 400 metros de las justas de Barcelona. Después, la saltadora de triple Catherine Ibargüen, quien a sus 37 años anunció que la de Tokio fue su última participación en los juegos, logró la plata en Londres 2012 y el oro en Río 2016.
Es también la cuarta presea de Colombia en Tokio, la mitad de las que sumó hace cinco años en Brasil. Mariana Pajón, la reina mundial del BMX bicampeona en los Olímpicos de Londres y Río de Janeiro, obtuvo la plata en el Ariake Urban Park para convertirse en la deportista más laureada de su país. En esa misma pista, el también bicicrosista Carlos Alberto Ramírez repitió el bronce de las anteriores justas, días después de que el pesista Luis Javier Mosquera obtuviera en la categoría de 67 kilogramos la primera plata del medallero. A Zambrano todavía le queda competir con el equipo de relevos de 4 x 400 junto a Alejandro Perlaza, Diego Palomeque y Alexander Solis, la última oportunidad de sumar metales para la delegación colombiana.
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